miércoles, 30 de abril de 2008

Mt 27, 32-44 Sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios

(Mt 27, 32-44) Sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios
[32] Al salir, se encontraron con un hombre de Cirene, llamado Simón, y lo obligaron a llevar la cruz. [33] Cuando llegaron al lugar llamado Gólgota, que significa «lugar del Cráneo», [34] le dieron de beber vino con hiel. Él lo probó, pero no quiso tomarlo. [35] Después de crucificarlo, los soldados sortearon sus vestiduras y se las repartieron; [36] y sentándose allí, se quedaron para custodiarlo. [37] Colocaron sobre su cabeza una inscripción con el motivo de su condena: «Este es Jesús, el rey de los judíos». [38] Al mismo tiempo, fueron crucificados con él dos bandidos, uno a su derecha y el otro a su izquierda. [39] Los que pasaban, lo insultaban y, moviendo la cabeza, [40] decían: «Tú, que destruyes el Templo y en tres días lo vuelves a edificar, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y baja de la cruz!». [41] De la misma manera, los sumos sacerdotes, junto con los escribas y los ancianos, se burlaban, diciendo: [42] «¡Ha salvado a otros y no puede salvarse a sí mismo! Es rey de Israel: que baje ahora de la cruz y creeremos en él. [43] Ha confiado en Dios; que él lo libre ahora si lo ama, ya que él dijo: “Yo soy Hijo de Dios”». [44] También lo insultaban los bandidos crucificados con él.
(C.I.C 580) El cumplimiento perfecto de la Ley no podía ser sino obra del divino Legislador que nació sometido a la Ley en la persona del Hijo (cf. Ga 4, 4). En Jesús la Ley ya no aparece grabada en tablas de piedra sino "en el fondo del corazón" (Jr 31, 33) del Siervo, quien, por "aportar fielmente el derecho" (Is 42, 3), se ha convertido en "la Alianza del pueblo" (Is 42, 6). Jesús cumplió la Ley hasta tomar sobre sí mismo "la maldición de la Ley" (Ga 3, 13) en la que habían incurrido los que no "practican todos los preceptos de la Ley" cf. (Ga 3, 10) porque, ha intervenido su muerte para remisión de las transgresiones de la Primera Alianza" (Hb 9, 15).

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