jueves, 28 de febrero de 2019

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 452.


YOUCAT Pregunta n. 452. - Parte I. ¿Qué nos exige el octavo mandamiento?


(Respuesta YouCat) El octavo mandamiento nos enseña a no mentir. Mentir significa hablar u obrar consciente y voluntariamente contra la verdad. Quien miente se engaña a sí mismo y conduce al error a otros que tienen derecho a no ser engañados.     

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC) (C.I.C 2464) El octavo mandamiento prohíbe falsear la verdad en las relaciones con el prójimo. Este precepto moral deriva de la vocación del pueblo santo a ser testigo de su Dios, que es y que quiere la verdad. Las ofensas a la verdad expresan, mediante palabras o acciones, un rechazo a comprometerse con la rectitud moral: son infidelidades básicas frente a Dios y, en este sentido, socavan las bases de la Alianza. (C.I.C 2467) El hombre busca naturalmente la verdad. Está obligado a honrarla y atestiguarla: ‘Todos los hombres, conforme a su dignidad, por ser personas [...], se ven impulsados, por su misma naturaleza, a buscar la verdad y, además, tienen la obligación moral de hacerlo, sobre todo con respecto a la verdad religiosa. Están obligados también a adherirse a la verdad una vez que la han conocido y a ordenar toda su vida según sus exigencias’ (Dignitatis humanae, 2).            

Para meditar        

(Comentario YouCat) Toda mentira atenta contra la justicia y la caridad. La mentira es una forma de violencia; introduce el germen de la división en una comunidad y socava la confianza sobre la que se funda toda comunidad humana.  

(Comentario CIC) (C.I.C 2468) La verdad como rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía.        

(Continua la Pregunta: ¿Qué nos exige el octavo mandamiento?)   

miércoles, 27 de febrero de 2019

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 451.


YOUCAT Pregunta n. 451. - ¿Cuáles son las «obras de misericordia espirituales»?


(Respuesta YouCat) Las obras de misericordia espirituales son: enseñar a quien no sabe, dar consejo al que lo necesita, consolar al afligido, corregir al pecador, perdonar al ofensor, sufrir la injusticia con paciencia, rezar por vivos y difuntos.

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC) (C.I.C 2447) Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales socorremos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf. Mt 25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf. Tb 4, 5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf. Mt 6, 2-4): “El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo” (Lc 3, 11). “Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros” (Lc 11, 41). “Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: ‘Id en paz, calentaos o hartaos’, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?” (St 2, 15-16; cf Jn 3, 17).         

Para meditar        

(Comentario CIC) (C.I.C 1969) La Ley nueva practica los actos de la religión: la limosna, la oración y el ayuno, ordenándolos al ‘Padre […] que ve en lo secreto’, por oposición al deseo ‘de ser visto por los hombres’ (Cf. Mt 6, 1-6; 16-18). Su oración es el Padre Nuestro (Mt 6, 9-13). (C.I.C 1970) La Ley evangélica entraña la elección decisiva entre ‘los dos caminos’ (Cf. Mt 7, 13-14) y la práctica de las palabras del Señor (Cf. Mt 7, 21-27); está resumida en la regla de oro: ‘Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros; porque ésta es la Ley y los profetas’ (Mt 7, 12; Cf. Lc 6, 31). Toda la Ley evangélica está contenida en el ‘mandamiento nuevo’ de Jesús (Jn 13, 34): amarnos los unos a los otros como El nos ha amado (Cf. Jn 15, 12).       

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martes, 26 de febrero de 2019

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 450.


YOUCAT Pregunta n. 450 – Parte II. ¿Cuáles son las «obras de misericordia corporales»?


(Respuesta YouCat – repeticion) Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar techo a quien no lo tiene, visitar a los enfermos y a los presos y enterrar a los muertos.

Reflecciones y puntos a profundizar    

(Comentario CIC) (CIC 2448) “Bajo sus múltiples formas —indigencia material, opresión injusta, enfermedades físicas o psíquicas y, por último, la muerte—, la miseria humana es el signo manifiesto de la debilidad congénita en que se encuentra el hombre tras el primer pecado de Adán y de la necesidad que tiene de salvación. Por ello, la miseria humana atrae la compasión de Cristo Salvador, que la ha querido cargar sobre sí e identificarse con los «más pequeños de sus hermanos». También por ello, los oprimidos por la miseria son objeto de un amor de preferencia por parte de la Iglesia, que, desde los orígenes, y a pesar de los fallos de muchos de sus miembros, no ha cesado de trabajar para aliviarlos, defenderlos y liberarlos. Lo ha hecho mediante innumerables obras de beneficencia, que siempre y en todo lugar continúan siendo indispensables” (Congregación para la Doctrina de la Fe, Instr. Libertatis conscientia, 68).

Para meditar   

(Comentario CIC) (CIC 2449b) Con esto, no hace caduca la vehemencia de los oráculos antiguos: “comprando por dinero a los débiles y al pobre por un par de sandalias [...]” (Am 8, 6), sino que nos invita a reconocer su presencia en los pobres que son sus hermanos (cf Mt 25, 40): El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, santa Rosa de Lima le contestó: “Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, somos buen olor de Cristo”.
 
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lunes, 25 de febrero de 2019

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 450.


YOUCAT Pregunta n. 450 – Parte I. ¿Cuáles son las «obras de misericordia corporales»?


(Respuesta YouCat) Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar techo a quien no lo tiene, visitar a los enfermos y a los presos y enterrar a los muertos.  

Reflecciones y puntos a profundizar    

(Comentario CIC) (CIC 2447) Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales (cf. Is 58, 6-7; Hb 13, 3). Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos (cf Mt 25,31-46). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres (cf Tb 4, 5-11; Si 17, 22) es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios (cf Mt 6, 2-4): «El que tenga dos túnicas que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer que haga lo mismo» (Lc 3, 11). «Dad más bien en limosna lo que tenéis, y así todas las cosas serán puras para vosotros» (Lc 11, 41). «Si un hermano o una hermana están desnudos y carecen del sustento diario, y alguno de vosotros les dice: “Id en paz, calentaos o hartaos”, pero no les dais lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?» (St 2, 15-16; cf Jn 3, 17).     

Para meditar   

(Comentario CIC) (CIC 2449a) En el Antiguo Testamento, toda una serie de medidas jurídicas (año jubilar, prohibición del préstamo a interés, retención de la prenda, obligación del diezmo, pago cotidiano del jornalero, derecho de rebusca después de la vendimia y la siega) corresponden a la exhortación del Deuteronomio: “Ciertamente nunca faltarán pobres en este país; por esto te doy yo este mandamiento: debes abrir tu mano a tu hermano, a aquél de los tuyos que es indigente y pobre en tu tierra” (Dt 15, 11). Jesús hace suyas estas palabras: “Porque pobres siempre tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis” (Jn 12, 8).

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domingo, 24 de febrero de 2019

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 449.


YOUCAT Pregunta n. 449 – Parte II. ¿Qué importancia tienen los pobres para los cristianos?


(Respuesta YouCat – repeticion) El amor a los pobres debe ser en todos los tiempos el distintivo de los cristianos. A los pobres no les corresponde sin más algún tipo de limosnas; tienen derecho a la justicia. Los cristianos tienen un deber especial de compartir sus bienes. Cristo es un ejemplo en el amor a los pobres

Reflecciones y puntos a profundizar    

(Comentario CIC) (CIC 2444) “El amor de la Iglesia por los pobres [...] pertenece a su constante tradición” (Centesimus annus, 57). Está inspirado en el Evangelio de las bienaventuranzas (cf Lc 6, 20-22), en la pobreza de Jesús (cf Mt 8, 20), y en su atención a los pobres (cf Mc 12, 41-44). El amor a los pobres es también uno de los motivos del deber de trabajar, con el fin de “hacer partícipe al que se halle en necesidad” (Ef 4, 28). No abarca sólo la pobreza material, sino también las numerosas formas de pobreza cultural y religiosa (cf Centesimus annus,  57).

  Para meditar   

(Comentario YouCat) «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos» (Mt 5,3) es la primera frase de Jesús en el sermón de la montaña. Hay pobreza material, intelectual, cultural y espiritual. Los cristianos deben cuidar con atención, caridad y constancia de los necesitados de la tierra. Pues en ningún otro aspecto son tan claramente medidos por Cristo como en la forma en la que tratan a los pobres: «Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40).     

(Comentario CIC) (CIC 2446) San Juan Crisóstomo lo recuerda vigorosamente: “No hacer participar a los pobres de los propios bienes es robarles y quitarles la vida; [...] lo que poseemos no son bienes nuestros, sino los suyos” (In Lazarum, concio 2, 6). Es preciso “satisfacer ante todo las exigencias de la justicia, de modo que no se ofrezca como ayuda de caridad lo que ya se debe a título de justicia” (Apostolicam actuositatem, 8): «Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia» (San Gregorio Magno, Regula pastoralis, 3, 21, 45).

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