martes, 12 de febrero de 2019
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 439.
(Respuesta YouCat) Con la Doctrina Social la Iglesia dio su respuesta a la cuestión social de
los trabajadores en el siglo XIX. Ciertamente la industrialización había
llevado a un aumento del bienestar, pero de ello se beneficiaban ante todo los
dueños de las fábricas, mientras muchas personas se quedaban en la miseria como
trabajadores casi sin derechos. De esta experiencia, el comunismo sacó la
conclusión de que existía una oposición irreconciliable entre el trabajo y
el capital, que debía decidirse mediante la lucha de clases. Por el
contrario, la Iglesia abogó por un equilibrio justo entre los trabajadores y
los dueños de las fábricas.
Reflecciones y
puntos a profundizar
(Comentario CIC) (CIC
2421) La doctrina social de la
Iglesia se desarrolló en el siglo XIX, cuando se produce el encuentro entre el
Evangelio y la sociedad industrial moderna, sus nuevas estructuras para
producción de bienes de consumo, su nueva concepción de la sociedad, del Estado
y de la autoridad, sus nuevas formas de trabajo y de propiedad. El desarrollo
de la doctrina de la Iglesia en materia económica y social da testimonio del
valor permanente de la enseñanza de la Iglesia, al mismo tiempo que del sentido
verdadero de su Tradición siempre viva y activa (cf Centesimus annus, 3).
Para meditar
(Comentario YouCat) La
Iglesia defendió que no sólo se beneficiaran algunos pocos, sino todos, del
nuevo bienestar propiciado por la industrialización y la competencia. Por eso
recomendó la creación de sindicatos y luchó para que los trabajadores fueran
protegidos de la explotación mediante leyes civiles y seguros para que ellos y
sus familias estuvieran asegurados en casos de enfermedad y necesidad.
(Comentario CIC) (CIC 2419) “La revelación cristiana [...]
nos conduce a una comprensión más profunda de las leyes de la vida social” (Gaudium et spes, 23). La Iglesia recibe
del Evangelio la plena revelación de la verdad del hombre. Cuando cumple su
misión de anunciar el Evangelio, enseña al hombre, en nombre de Cristo, su
dignidad propia y su vocación a la comunión de las personas; y le descubre las
exigencias de la justicia y de la paz, conformes a la sabiduría divina.
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Pregunta: ¿Están
obligados los cristianos a comprometerse en la política y en la sociedad?)
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