jueves, 24 de abril de 2008
Mt 25, 24-30 A quien tiene se le dará y tendrá de más
(Mt 25, 24-30) A quien tiene se le dará y tendrá de más
[24] Llegó luego el que había recibido un solo talento. “Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. [25] Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!”. [26] Pero el señor le respondió: “Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, [27] tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. [28] Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, [29] porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. [30] Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
(C.I.C 1880) Una sociedad es un conjunto de personas ligadas de manera orgánica por un principio de unidad que supera a cada una de ellas. Asamblea a la vez visible y espiritual, una sociedad perdura en el tiempo: recoge el pasado y prepara el porvenir. Mediante ella, cada hombre es constituido ‘heredero’, recibe ‘talentos’ que enriquecen su identidad y a los que debe hacer fructificar (cf. Lc 19, 13.15). En verdad, se debe afirmar que cada uno tiene deberes para con las comunidades de que forma parte y está obligado a respetar a las autoridades encargadas del bien común de las mismas.
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