lunes, 14 de abril de 2008
Mt 19, 13-15 Dejen a los niños que vengan a mí
(Mt 19, 13-15) Dejen a los niños que vengan a mí
[13] Le trajeron entonces a unos niños para que les impusiera las manos y orara sobre ellos. Los discípulos los reprendieron, [14] pero Jesús les dijo: «Dejen a los niños, y no les impidan que vengan a mí, porque el Reino de los Cielos pertenece a los que son como ellos». [15] Y después de haberles impuesto las manos, se fue de allí.
(C.I.C 526) "Hacerse niño" con relación a Dios es la condición para entrar en el Reino (cf. Mt 18, 3-4); para eso es necesario abajarse (cf. Mt 23, 12), hacerse pequeño; más todavía: es necesario "nacer de lo alto" (Jn 3,7), "nacer de Dios" (Jn 1, 13) para "hacerse hijos de Dios" (Jn 1, 12). El Misterio de Navidad se realiza en nosotros cuando Cristo "toma forma" en nosotros (Ga 4, 19). Navidad es el Misterio de este "admirable intercambio": “¡O admirable intercambio! El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una Virgen y, hecho hombre sin concurso de varón, nos da parte en su divinidad (Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Antífona de I y II Vísperas: Liturgia de la Horas, v. 1).
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