martes, 20 de mayo de 2008
Mc 8, 1-5 Me da pena esta multitud
Marcos 8
(Mc 8, 1-5) Me da pena esta multitud[1] En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: [2] «Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. [3] Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos». [4] Los discípulos le preguntaron: «¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?». [5] Él les dijo: «¿Cuántos panes tienen ustedes?». Ellos respondieron: «Siete».
(C.I.C 1327) En resumen, la Eucaristía es el compendio y la suma de nuestra fe: "Nuestra manera de pensar armoniza con la Eucaristía, y a su vez la Eucaristía confirma nuestra manera de pensar" (S. Ireneo de Lyon, Adversus haereses, 4, 18: PG 7, 1028). (C.I.C 1335) Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf. Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf. Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo.
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