lunes, 26 de mayo de 2008
Mc 10, 11-12 El que se divorcia comete adulterio
(Mc 10, 11-12) El que se divorcia comete adulterio
[11] Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquella; [12] y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio».
(C.I.C 1651) Respecto a los cristianos que viven en esta situación y que con frecuencia conservan la fe y desean educar cristianamente a sus hijos, los sacerdotes y toda la comunidad deben dar prueba de una atenta solicitud, a fin de aquellos no se consideren como separados de la Iglesia, de cuya vida pueden y deben participar en cuanto bautizados: “Exhórteseles a escuchar la Palabra de Dios, a frecuentar el sacrificio de la misa, a perseverar en la oración, a incrementar las obras de caridad y las iniciativas de la comunidad en favor de la justicia, a educar sus hijos en la fe cristiana, a cultivar el espíritu y las obras de penitencia para implorar de este modo, día a día, la gracia de Dios (Familiaris consortio, 84).
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