martes, 27 de mayo de 2008
Mc 10, 13-16 Dejen que los niños se acerquen a mí
(Mc 10, 13-16) Dejen que los niños se acerquen a mí
[13] Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. [14] Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. [15] Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él». [16] Después los abrazó y los bendijo,
(C.I.C 526) "Hacerse niño" con relación a Dios es la condición para entrar en el Reino (cf. Mt 18, 3-4); para eso es necesario abajarse (cf. Mt 23, 12), hacerse pequeño; más todavía: es necesario "nacer de lo alto" (Jn 3,7), "nacer de Dios" (cf. Jn 1, 13) para "hacerse hijos de Dios" (cf. Jn 1, 12). El Misterio de Navidad se realiza en nosotros cuando Cristo "toma forma" en nosotros (cf. Ga 4, 19). Navidad es el Misterio de este "admirable intercambio": “¡Oh admirable intercambio! El Creador del género humano, tomando cuerpo y alma, nace de una Virgen y, hecho hombre sin concurso de varón, nos da parte en su divinidad (Solemnidad de la Santísima Virgen María, Madre de Dios, Antífona de I y II Vísperas: Liturgia de la Horas, v. 1).
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