sábado, 17 de mayo de 2008
Mc 6, 39-44 Pronunció la bendición, partió los panes
(Mc 6, 39-44) Pronunció la bendición, partió los panes
[39] Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, [40] y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. [41] Entonces él tomó los cinco panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. [42] Todos comieron hasta saciarse, [43] y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. [44] Los que comieron eran cinco mil hombres.
(C.I.C 1335) Los milagros de la multiplicación de los panes, cuando el Señor dijo la bendición, partió y distribuyó los panes por medio de sus discípulos para alimentar la multitud, prefiguran la sobreabundancia de este único pan de su Eucaristía (cf. Mt 14,13-21; 15, 32-29). El signo del agua convertida en vino en Caná (cf. Jn 2,11) anuncia ya la Hora de la glorificación de Jesús. Manifiesta el cumplimiento del banquete de las bodas en el Reino del Padre, donde los fieles beberán el vino nuevo (cf. Mc 14,25) convertido en Sangre de Cristo.
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