sábado, 17 de mayo de 2008
Mc 6, 47-52 Fue hacia ellos caminando sobre el mar
(Mc 6, 47-52) Fue hacia ellos caminando sobre el mar
[47] Al caer la tarde, la barca estaba en medio del mar y él permanecía solo en tierra. [48] Al ver que remaban muy penosamente, porque tenían viento en contra, cerca de la madrugada fue hacia ellos caminando sobre el mar, e hizo como si pasara de largo. [49] Ellos, al verlo caminar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar, [50] porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló en seguida y les dijo: «Tranquilícense, soy yo; no teman». [51] Luego subió a la barca con ellos y el viento se calmó. Así llegaron al colmo de su estupor, [52] porque no habían comprendido el milagro de los panes y su mente estaba enceguecida.
(C.I.C 426) "En el centro de la catequesis encontramos esencialmente una Persona, la de Jesús de Nazaret, Unigénito del Padre […]; que ha sufrido y ha muerto por nosotros y que ahora, resucitado, vive para siempre con nosotros [...] Catequizar es [...] descubrir en la Persona de Cristo el designio eterno de Dios [...]. Se trata de procurar comprender el significado de los gestos y de las palabras de Cristo, los signos realizados por El mismo" (Catechesi tradendae, 5). El fin de la catequesis: "conducir a la comunión con Jesucristo […]; sólo El puede conducirnos al amor del Padre en el Espíritu y hacernos partícipes de la vida de la Santísima Trinidad" (Ibid.).
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