[8] En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, a causa de todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero. [9] Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, [10] pidiendo siempre en mis oraciones que pueda encontrar, si Dios quiere, la ocasión favorable para ir a visitarlos. [11] Porque tengo un gran deseo de verlos, a fin de comunicarles algún don del Espíritu que los fortalezca, [12] mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por la fe que tenemos en común. [13] Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. [14] Yo me debo tanto a los griegos como a los que no lo son, a los sabios como a los ignorantes. [15] De ahí mi ardiente deseo de anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma.
lunes, 25 de mayo de 2009
Rm 1, 8-15 Su fe es alabada en el mundo entero
(Rm 1, 8-15) Su fe es alabada en el mundo entero
[8] En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, a causa de todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero. [9] Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, [10] pidiendo siempre en mis oraciones que pueda encontrar, si Dios quiere, la ocasión favorable para ir a visitarlos. [11] Porque tengo un gran deseo de verlos, a fin de comunicarles algún don del Espíritu que los fortalezca, [12] mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por la fe que tenemos en común. [13] Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. [14] Yo me debo tanto a los griegos como a los que no lo son, a los sabios como a los ignorantes. [15] De ahí mi ardiente deseo de anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma.
[8] En primer lugar, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo, a causa de todos ustedes, porque su fe es alabada en el mundo entero. [9] Dios, a quien tributo un culto espiritual anunciando la Buena Noticia de su Hijo, es testigo de que yo los recuerdo constantemente, [10] pidiendo siempre en mis oraciones que pueda encontrar, si Dios quiere, la ocasión favorable para ir a visitarlos. [11] Porque tengo un gran deseo de verlos, a fin de comunicarles algún don del Espíritu que los fortalezca, [12] mejor dicho, a fin de que nos reconfortemos unos a otros, por la fe que tenemos en común. [13] Hermanos, quiero que sepan que muchas veces intenté visitarlos para recoger algún fruto también entre ustedes, como lo he recogido en otros pueblos paganos; pero hasta ahora no he podido hacerlo. [14] Yo me debo tanto a los griegos como a los que no lo son, a los sabios como a los ignorantes. [15] De ahí mi ardiente deseo de anunciarles la Buena Noticia también a ustedes, los que habitan en Roma.
(C.I.C 863) Toda la Iglesia es apostólica mientras permanezca, a través de los sucesores de San Pedro y de los apóstoles, en comunión de fe y de vida con su origen. Toda la Iglesia es apostólica en cuanto que ella es "enviada" al mundo entero; todos los miembros de la Iglesia, aunque de diferentes maneras, tienen parte en este envío. "La vocación cristiana, por su misma naturaleza, es también vocación al apostolado". Se llama "apostolado" a "toda la actividad del Cuerpo Místico" que tiende a "propagar el Reino de Cristo por toda la tierra" (Apostolicam actuositatem, 2). (C.I.C 864) "Siendo Cristo, enviado por el Padre, fuente y origen del apostolado de la Iglesia", es evidente que la fecundidad del apostolado, tanto el de los ministros ordenados como el de los laicos, depende de su unión vital con Cristo (cf. Jn 15, 5; Apostolicam actuositatem, 4). Según sean las vocaciones, las interpretaciones de los tiempos, los dones variados del Espíritu Santo, el apostolado toma las formas más diversas. Pero la caridad, conseguida sobre todo en la Eucaristía, " siempre es como el alma de todo apostolado" (Apostolicam actuositatem, 3). (C.I.C 868) La Iglesia es católica: Anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra la plenitud de los medios de salvación; es enviada a todos los pueblos; se dirige a todos los hombres; abarca todos los tiempos; "es, por su propia naturaleza, misionera" (Ad gentes, 2).
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