miércoles, 27 de mayo de 2009
Rm 1, 21b Se extraviaron en vanos razonamientos
(Rm 1, 21b) Se extraviaron en vanos razonamientos
Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad.
(C.I.C 2126) Con frecuencia el ateísmo se funda en una concepción falsa de la autonomía humana, llevada hasta el rechazo de toda dependencia respecto a Dios (Gaudium et spes, 20). Sin embargo, ‘el reconocimiento de Dios no se opone en ningún modo a la dignidad del hombre, ya que esta dignidad se funda y se perfecciona en el mismo Dios’ (Gaudium et spes, 21). ‘La Iglesia sabe muy bien que su mensaje conecta con los deseos más profundos del corazón humano’ (Gaudium et spes, 21). (C.I.C 2127) El agnosticismo reviste varias formas. En ciertos casos, el agnóstico se resiste a negar a Dios; al contrario, postula la existencia de un ser trascendente que no podría revelarse y del que nadie podría decir nada. En otros casos, el agnóstico no se pronuncia sobre la existencia de Dios, manifestando que es imposible probarla e incluso afirmarla o negarla. (C.I.C 2128) El agnosticismo puede contener a veces una cierta búsqueda de Dios, pero puede igualmente representar un indiferentismo, una huida ante la cuestión última de la existencia, y una pereza de la conciencia moral. El agnosticismo equivale con mucha frecuencia a un ateísmo práctico.
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