viernes, 2 de enero de 2015
341. ¿Qué novedad aporta Cristo al Matrimonio? (Primera parte)
(Compendio 341) Jesucristo no sólo restablece el orden
original del Matrimonio querido por Dios, sino que otorga la gracia para
vivirlo en su nueva dignidad de sacramento, que es el signo del amor esponsal
hacia la Iglesia: «Maridos, amad a vuestras mujeres como Cristo ama a la
Iglesia» (Ef 5, 25).
Resumen
(C.I.C 1661) El sacramento del
matrimonio significa la unión de Cristo con la Iglesia. Da a los esposos la
gracia de amarse con el amor con que Cristo amó a su Iglesia; la gracia del
sacramento perfecciona así el amor humano de los esposos, reafirma su unidad
indisoluble y los santifica en el camino de la vida eterna (Cf. Concilio de
Trento: DS 1799).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1612) La alianza nupcial
entre Dios y su pueblo Israel había preparado la Nueva y Eterna Alianza
mediante la que el Hijo de Dios, encarnándose y dando su vida, se unió en
cierta manera con toda la humanidad salvada por Él (cf. Gaudium et spes,
22), preparando así "las bodas del cordero" (Ap 19,7 y 9). (C.I.C
1613) En el umbral de su vida pública, Jesús realiza
su primer signo -a petición de su Madre - con ocasión de un banquete de boda
(cf. Jn 2,1-11). La Iglesia concede una gran importancia a la presencia de
Jesús en las bodas de Caná. Ve en ella la confirmación de la bondad del
matrimonio y el anuncio de que en adelante el matrimonio será un signo eficaz
de la presencia de Cristo.
Para la reflexión
(C.I.C 1614) En su predicación,
Jesús enseñó sin ambigüedad el sentido original de la unión del hombre y la
mujer, tal como el Creador la quiso al comienzo: la autorización, dada por
Moisés, de repudiar a su mujer era una concesión a la dureza del corazón (cf.
Mt 19,8); la unión matrimonial del hombre y la mujer es indisoluble: Dios mismo
la estableció: "lo que Dios unió, que no lo separe el hombre" (Mt
19,6). trimonio en la dimensión nueva
del Reino de Dios. Siguiendo a Cristo, renunciando a sí mismos, tomando sobre
sí sus cruces (cf. Mt 8,34), los esposos podrán "comprender" (cf. Mt
19,11) el sentido original del matrimonio y vivirlo con la ayuda de Cristo.
Esta gracia del Matrimonio cristiano es un fruto de la Cruz de Cristo, fuente
de toda la vida cristiana. (Continua)
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