jueves, 21 de mayo de 2015
443. ¿Qué comporta la Palabra del Señor: «Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo darás culto» (Mt 4, 10)? (Cuarta parte - continuación)
(Compendio 443 - repetición) Las
palabras «adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo darás culto» suponen adorar a
Dios como Señor de todo cuanto existe; rendirle el culto debido individual y
comunitariamente; rezarle con expresiones de alabanza, de acción de gracias y
de súplica; ofrecerle sacrificios, sobre todo el espiritual de nuestra vida,
unido al sacrificio perfecto de Cristo; mantener las promesas y votos que se le
hacen.
Resumen
(C.I.C 2135) ‘Al Señor tu Dios adorarás’ (Mt 4, 10). Adorar
a Dios, orar a El, ofrecerle el culto que le corresponde, cumplir las promesas
y los votos que se le han hecho, son todos ellos actos de la virtud de la
religión que constituyen la obediencia al primer mandamiento. (C.I.C 2136) El
deber de dar a Dios un culto auténtico corresponde al hombre individual y
socialmente considerado.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2104) ‘Todos los hombres […] están obligados a buscar
la verdad, sobre todo en lo que se refiere a Dios y a su Iglesia, y, una vez
conocida, a abrazarla y practicarla’ (Dignitatis
humanae, 1). Este deber se desprende de ‘su misma naturaleza’ (Dignitatis humanae, 2). No contradice al
‘respeto sincero’ hacia las diversas religiones, que ‘no pocas veces reflejan,
sin embargo, un destello de aquella Verdad que ilumina a todos los hombres’ (Nostra aetate, 2), ni a la exigencia de
la caridad que empuja a los cristianos ‘a tratar con amor, prudencia y
paciencia a los hombres que viven en el error o en la ignorancia de la fe’ (Dignitatis humanae, 14).
Para la reflexión
(C.I.C 2105) El deber de rendir a Dios un culto auténtico
corresponde al hombre individual y socialmente considerado. Esa es ‘la doctrina
tradicional católica sobre el deber moral de los hombres y de las sociedades
respecto a la religión verdadera y a la única Iglesia de Cristo’ (Dignitatis humanae, 1). Al evangelizar
sin cesar a los hombres, la Iglesia trabaja para que puedan ‘informar con el
espíritu cristiano el pensamiento y las costumbres, las leyes y las estructuras
de la comunidad en la que cada uno vive’ (Apostolicam
actuositatem, 13). Deber social de los cristianos es respetar y suscitar en
cada hombre el amor de la verdad y del bien. Les exige dar a conocer el culto
de la única verdadera religión, que subsiste en la Iglesia católica y
apostólica (Cf. Dignitatis humanae, 1).
Los cristianos son llamados a ser la luz del mundo (Cf. Apostolicam actuositatem, 13). La Iglesia manifiesta así la realeza
de Cristo sobre toda la creación y, en particular, sobre las sociedades humanas
(Cf. León XIII, Inmortale Dei; Pío
XI, Quas primas). [Fin]
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario