lunes, 11 de mayo de 2015
439. ¿Por qué el Decálogo constituye una unidad orgánica?
(Compendio 439) Los diez mandamientos constituyen un todo
orgánico e indisociable, porque cada mandamiento remite a los demás y a todo el
Decálogo. Por tanto, transgredir un mandamiento es como quebrantar toda la Ley.
Resumen
(C.I.C 2079) El Decálogo forma una unidad orgánica en la que
cada ‘palabra’ o ‘mandamiento’ remite a todo el conjunto. Transgredir un
mandamiento es quebrantar toda la ley (Cf. St 2, 10-11).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2069) El Decálogo forma un todo indisociable. Cada
una de las ‘diez palabras’ remite a cada una de las demás y al conjunto; se
condicionan recíprocamente. Las dos tablas se iluminan mutuamente; forman una
unidad orgánica. Transgredir un mandamiento es quebrantar todos los otros (Cf.
St 2, 10-11). No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creador. No se
podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus creaturas. El
Decálogo unifica la vida teologal y la vida social del hombre.
Para la reflexión
(C.I.C 1952) Las expresiones de la ley moral son diversas, y
todas están coordinadas entre sí: la ley eterna, fuente en Dios de todas las
leyes; la ley natural; la ley revelada, que comprende la Ley antigua y la Ley
nueva o evangélica; finalmente, las leyes civiles y eclesiásticas. (C.I.C 1953)
La ley moral tiene en Cristo su plenitud y su unidad. Jesucristo es en persona
el camino de la perfección. Es el fin de la Ley, porque sólo Él enseña y da la justicia de Dios: ‘Porque el fin
de la ley es Cristo para justificación de todo creyente’ (Rm 10, 4).
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