jueves, 5 de junio de 2008

Mc 13, 5-8 Tengan cuidado de que no los engañen

(Mc 13, 5-8) Tengan cuidado de que no los engañen
[5] Entonces Jesús comenzó a decirles: «Tengan cuidado de que no los engañen, [6] porque muchos se presentarán en mi [N]ombre, diciendo: “Soy yo”, y engañarán a mucha gente. [7] No se alarmen cuando oigan hablar de guerras y de rumores de guerras: es necesario que esto ocurra, pero todavía no será el fin. [8] Se levantará nación contra nación y reino contra reino. En muchas partes, habrá terremotos y hambre. Este será el comienzo de los dolores del parto.
(C.I.C 2612) En Jesús "el Reino de Dios está próximo" (Mc 1, 15), llama a la conversión y a la fe pero también a la vigilancia. En la oración, el discípulo espera atento a Aquél que "es y que viene", en el recuerdo de su primera venida en la humildad de la carne, y en la esperanza de su segundo advenimiento en la gloria (cf. Mc 13; Lc 21, 34-36). En comunión con su Maestro, la oración de los discípulos es un combate, y velando en la oración es como no se cae en la tentación (cf. Lc 22, 40. 46).

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