jueves, 29 de marzo de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 289.
(Respuesta
YouCat) El ejercicio de la libertad es un derecho original de la dignidad
humana; la libertad del individuo sólo puede ser limitada por las leyes civiles
cuando mediante el ejercicio de su libertad lesione la dignidad y la libertad
de los demás.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1738) La
libertad se ejercita en las relaciones entre los seres humanos. Toda persona
humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida
como un ser libre y responsable. Todo hombre debe prestar a cada cual el
respeto al que éste tiene derecho. El derecho
al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de
la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa (Cf. Dignitatis humanae, 2). Este derecho
debe ser reconocido y protegido civilmente dentro de los límites del bien común
y del orden público (Cf. Dignitatis
humanae, 7).
Para meditar
(Comentario YouCat) La libertad
no sería tal libertad si no incluyera la libertad de elegir también lo
equivocado. Se atentaría contra la dignidad de una persona si no se respetara
su libertad. Una de las tareas centrales del Estado es proteger los derechos de
Libertad de todos sus ciudadanos (libertad de religión, de reunión y
asociación, de opinión, de ejercicio profesional, etc.). La libertad de
cada uno es el límite para la libertad del otro.
(Comentario CIC) (C.I.C 1740) Amenazas para la libertad. El ejercicio
de la libertad no implica el derecho a decir y hacer cualquier cosa. Es falso
concebir al hombre ‘sujeto de esa libertad como un individuo autosuficiente que
busca la satisfacción de su interés propio en el goce de los bienes terrenales’
(Libertatis conscientia, 13). Por
otra parte, las condiciones de orden económico y social, político y cultural
requeridas para un justo ejercicio de la libertad son, con demasiada
frecuencia, desconocidas y violadas. Estas situaciones de ceguera y de
injusticia gravan la vida moral y colocan tanto a los fuertes como a los
débiles en la tentación de pecar contra la caridad. Al apartarse de la ley
moral, el hombre atenta contra su propia libertad, se encadena a sí mismo,
rompe la fraternidad con sus semejantes y se rebela contra la verdad
divina.
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