viernes, 2 de marzo de 2018
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 273.
(Respuesta
YouCat) En todo Bautismo se realiza el llamado exorcismo simple, una oración en
la que el niño es sustraído del poder del maligno y es fortalecido contra las
«fuerzas y poderes» que ha derrotado Jesús. El exorcismo solemne es una
oración, mediante la cual, por el poder de Jesús, un cristiano bautizado es
sustraído a la influencia y al poder del maligno; este exorcismo se realiza en
contadas ocasiones y sólo después de un riguroso examen.
Reflecciones y puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1673)
Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo,
que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del maligno y
sustraída a su dominio, se habla de exorcismo.
Jesús lo practicó (Cf. Mc 1,25-26), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio
de exorcizar (Cf. Mc 3,15; 6,7. 13; 16,17). En forma simple, el exorcismo tiene
lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo solemne llamado “el gran
exorcismo” sólo puede ser practicado por un sacerdote y con el permiso del
obispo. En estos casos es preciso proceder con prudencia, observando
estrictamente las reglas establecidas por la Iglesia. El exorcismo intenta
expulsar a los demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad
espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de las
enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la ciencia médica.
Por tanto, es importante, asegurarse, antes de celebrar el exorcismo, de que se
trata de un presencia del maligno y no de una enfermedad (Cf. CIC canon 1172).
Para meditar
(Comentario YouCat) Lo que se
representa en las películas como «exorcismo» no se corresponde, en la mayoría
de los casos, con la verdad de Jesús y de la Iglesia. Se narra con frecuencia
en los Evangelios que Jesús expulsaba demonios. Tenía poder sobre poderes y
fuerzas malignos y podía liberar a personas sometidas a ellos. Jesús dio a los
apóstoles «autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y
toda dolencia» (Mt 10,1). Lo mismo hace la Iglesia, cuando un sacerdote, que ha
recibido este encargo, pronuncia la oración del exorcismo sobre una persona que
lo solicita. Antes se excluye que se trate de un fenómeno psíquico (estos
asuntos son competencia del psiquiatra). En el exorcismo se trata de rechazar
una tentación y un asedio espiritual y de la liberación del poder del maligno.
(Comentario CIC) (C.I.C 550) La venida del Reino de Dios es la
derrota del reino de Satanás (cf. Mt 12, 26): "Pero si por el Espíritu de
Dios expulso yo los demonios, es que ha llegado a vosotros el Reino de
Dios" (Mt 12, 28). Los exorcismos
de Jesús liberan a los hombres del dominio de los demonios (cf. Lc 8, 26-39).
Anticipan la gran victoria de Jesús sobre "el príncipe de este mundo"
(cf. Jn 12, 31). Por la Cruz de Cristo será definitivamente establecido el
Reino de Dios: "Regnavit a ligno
Deus" ("Dios reinó desde el madero de la Cruz") (Venancio
Fortunato, Hymnus "Vexilla
Regis": PL 88, 96). (C.I.C 1237) Puesto que
el Bautismo significa la liberación del pecado y de su instigador, el diablo,
se pronuncian uno o varios exorcismos
sobre el candidato. Este es ungido con el óleo de los catecúmenos o bien el
celebrante le impone la mano y el candidato renuncia explícitamente a Satanás.
Así preparado, puede confesar la fe de la
Iglesia, a la cual será "confiado" por el Bautismo (cf. Rm 6,17).
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