lunes, 1 de septiembre de 2014
253. ¿Cómo se prefigura el Bautismo en la Antigua Alianza?
(Compendio 253) En la Antigua Alianza
se encuentran varias prefiguraciones del Bautismo: el agua, fuente de vida y de
muerte; el arca de Noé, que salva por medio del agua; el paso del Mar Rojo, que
libera al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto; el paso del Jordán, que
hace entrar a Israel en la tierra prometida, imagen de la vida eterna.
Resumen
(C.I.C 1276) "Id, pues, y
haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que yo os he
mandado" (Mt 28,19-20).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1217) En la Liturgia de la
Noche Pascual, cuando se bendice el agua
bautismal, la Iglesia hace solemnemente memoria de los grandes
acontecimientos de la historia de la salvación que prefiguraban ya el misterio
del Bautismo: “¡Oh Dios! […] que realizas en tus sacramentos obras admirables
con tu poder invisible, y de diversos modos te has servido de tu criatura el
agua para significar la gracia del bautismo” (Vigilia Pascual, bendición del agua: Misal Romano). (C.I.C 1218) Desde
el origen del mundo, el agua, criatura humilde y admirable, es la fuente de la
vida y de la fecundidad. La Sagrada Escritura dice que el Espíritu de Dios
"se cernía" sobre ella (cf. Gn 1,2): “¡Oh Dios!, cuyo espíritu, en
los orígenes del mundo, se cernía sobre las aguas, para que ya desde entonces
concibieran el poder de santificar” (Vigilia
Pascual, bendición del agua: Misal
Romano). (C.I.C 1219) La Iglesia ha visto
en el Arca de Noé una prefiguración de la salvación por el bautismo. En efecto,
por medio de ella "unos pocos, es decir, ocho personas, fueron salvados a
través del agua" (1P 3,20): “¡Oh Dios!, que incluso en las aguas
torrenciales del diluvio prefiguraste el nacimiento de la nueva humanidad, de
modo que una misma agua pusiera fin al pecado y diera origen a la santidad” (Vigilia Pascual, bendición del agua: Misal Romano). (C.I.C 1221)
Sobre todo el paso del Mar Rojo, verdadera liberación de Israel de la
esclavitud de Egipto, es el que anuncia la liberación obrada por el bautismo: “¡Oh
Dios!, que hiciste pasar a pie enjuto por el mar Rojo a los hijos de Abraham,
para que el pueblo liberado de la esclavitud del faraón fuera imagen de la familia
de los bautizados” (Vigilia Pascual,
bendición del agua: Misal Romano).
Para la reflexión
(C.I.C 694) El agua.
El simbolismo del agua es significativo de la acción del Espíritu Santo en el
Bautismo, ya que, después de la invocación del Espíritu Santo, ésta se
convierte en el signo sacramental eficaz del nuevo nacimiento: del mismo modo
que la gestación de nuestro primer nacimiento se hace en el agua, así el agua
bautismal significa realmente que nuestro nacimiento a la vida divina se nos da
en el Espíritu Santo. Pero "bautizados […] en un solo Espíritu",
también "hemos bebido de un solo Espíritu"(1Co 12, 13): el Espíritu
es, pues, también personalmente el Agua viva que brota de Cristo crucificado
(cf. Jn 19, 34; 1Jn 5, 8) como de su manantial y que en nosotros brota en vida
eterna (cf. Jn 4, 10-14; 7, 38; Ex 17, 1-6; Is 55, 1; Za 14, 8; 1Co 10, 4; Ap
21, 6; 22, 17). (C.I.C 1220) Si el agua de manantial
simboliza la vida, el agua del mar es un símbolo de la muerte. Por lo cual,
pudo ser símbolo del misterio de la Cruz. Por este simbolismo el bautismo
significa la comunión con la muerte de Cristo. (C.I.C 1222) Finalmente, el Bautismo es prefigurado en el paso del
Jordán, por el que el pueblo de Dios recibe el don de la tierra prometida a la
descendencia de Abraham, imagen de la vida eterna. La promesa de esta herencia
bienaventurada se cumple en la nueva Alianza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario