viernes, 12 de septiembre de 2014
261. ¿Es necesario el Bautismo para la salvación?
(Compendio 261) El Bautismo es necesario
para la salvación de todos aquellos a quienes el Evangelio ha sido anunciado y
han tenido la posibilidad de pedir este sacramento.
Resumen
(C.I.C 1277) El
Bautismo constituye el nacimiento a la vida nueva en Cristo. Según la voluntad
del Señor, es necesario para la salvación, como lo es la Iglesia misma, a la
que introduce el Bautismo.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1257) El
Señor mismo afirma que el Bautismo es necesario para la salvación (cf. Jn 3,5).
Por ello mandó a sus discípulos a anunciar el Evangelio y bautizar a todas las
naciones (cf. Mt 28, 20; cf. Concilio de Trento: DS 1618; Lumen gentium, 14; Ad gentes,
5). El Bautismo es necesario para la salvación en aquellos a los que el
Evangelio ha sido anunciado y han tenido la posibilidad de pedir este
sacramento (cf. Mc 16,16). La Iglesia no conoce otro medio que el Bautismo para
asegurar la entrada en la bienaventuranza eterna; por eso está obligada a no
descuidar la misión que ha recibido del Señor de hacer "renacer del agua y
del Espíritu" a todos los que pueden ser bautizados. Dios ha vinculado la salvación al sacramento del Bautismo, pero su
intervención salvífica no queda reducida a los sacramentos.
Para la reflexión
(C.I.C 1129) La
Iglesia afirma que para los creyentes los sacramentos de la Nueva Alianza son necesarios para la salvación (cf. Concilio de Trento: DS 1604). La "gracia sacramental" es
la gracia del Espíritu Santo dada por Cristo y propia de cada sacramento. El
Espíritu cura y transforma a los que lo reciben conformándolos con el Hijo de
Dios. El fruto de la vida sacramental consiste en que el Espíritu de adopción
deifica (cf. 2 P 1,4) a los fieles uniéndolos vitalmente al Hijo único, el
Salvador.
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