viernes, 5 de septiembre de 2014
256. ¿En qué consiste el rito esencial del Bautismo? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 256 - repetición) El rito
esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar
agua sobre su cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Resumen
(C.I.C 1278) El rito esencial del
Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su
cabeza, pronunciando la invocación de la Santísima Trinidad, es decir, del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1233) Hoy, pues, en todos
los ritos latinos y orientales la iniciación cristiana de adultos comienza con
su entrada en el catecumenado, para alcanzar su punto culminante en una sola
celebración de los tres sacramentos del Bautismo, de la Confirmación y de la
Eucaristía (cf. Ad gentes, 14; CIC cánones 851. 865-866). En los ritos orientales la
iniciación cristiana de los niños comienza con el Bautismo, seguido
inmediatamente por la Confirmación y la Eucaristía, mientras que en el rito
romano se continúa durante unos años de catequesis, para acabar más tarde con
la Confirmación y la Eucaristía, cima de su iniciación cristiana (cf. CIC cánones
851, 2. 868). (C.I.C 1234) El sentido y la
gracia del sacramento del Bautismo aparece claramente en los ritos de su
celebración. Cuando se participa atentamente en los gestos y las palabras de
esta celebración, los fieles se inician en las riquezas que este sacramento
significa y realiza en cada nuevo bautizado.
Para la reflexión
(C.I.C 1235) La señal de la cruz, al comienzo de la celebración, señala la
impronta de Cristo sobre el que le va a pertenecer y significa la gracia de la
redención que Cristo nos ha adquirido por su cruz. (C.I.C 617) Sua sanctissima passione in ligno crucis
nobis justificationem meruit ("Por su sacratísima pasión en el madero
de la cruz nos mereció la justificación") enseña el Concilio de Trento (DS
1529) subrayando el carácter único del sacrificio de Cristo como "causa de
salvación eterna" (Hb 5, 9). Y la Iglesia venera la Cruz cantando: O crux, ave, spes unica ("Salve, oh
cruz, única esperanza", himno "Vexilla Regis": Liturgia de la Horas). (C.I.C 2157) El
cristiano comienza su jornada, sus oraciones y sus acciones con la señal de la
cruz, “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”. El
bautizado consagra la jornada a la gloria de Dios e invoca la gracia del Señor
que le permite actuar en el Espíritu como hijo del Padre. La señal de la cruz
nos fortalece en las tentaciones y en las dificultades. (Continua)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario