domingo, 7 de septiembre de 2014
256. ¿En qué consiste el rito esencial del Bautismo? (Cuarta parte - continuación)
(Compendio 256 - repetición) El rito
esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar
agua sobre su cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Resumen
(C.I.C 1278) El rito esencial del
Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su
cabeza, pronunciando la invocación de la Santísima Trinidad, es decir, del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1241) La unción con el santo crisma, óleo
perfumado y consagrado por el obispo, significa el don del Espíritu Santo al
nuevo bautizado. Ha llegado a ser un cristiano, es decir, "ungido"
por el Espíritu Santo, incorporado a Cristo, que es ungido sacerdote, profeta y
rey (Cf. Ritual del Bautismo de niños,
62). (C.I.C 1242) En la liturgia de las
Iglesias de Oriente, la unción postbautismal es el sacramento de la Crismación
(Confirmación). En la liturgia romana, dicha unción anuncia una segunda unción
del santo crisma que dará el obispo: el sacramento de la Confirmación que, por
así decirlo, "confirma" y da plenitud a la unción bautismal.
Para la reflexión
(C.I.C 1243) La vestidura blanca simboliza que el
bautizado se ha "revestido de Cristo" (Ga 3,27): ha resucitado con
Cristo. El cirio que se enciende en
el cirio pascual, significa que Cristo ha iluminado al neófito. En Cristo, los
bautizados son "la luz del mundo" (Mt 5,14; cf. Flp 2,15). El nuevo
bautizado es ahora hijo de Dios en el Hijo Unico. Puede ya decir la oración de
los hijos de Dios: el Padre Nuestro. (C.I.C
1244) La primera
comunión eucarística. Hecho hijo de Dios, revestido de la túnica nupcial,
el neófito es admitido "al festín de las bodas del Cordero" y recibe
el alimento de la vida nueva, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Las Iglesias
orientales conservan una conciencia viva de la unidad de la iniciación
cristiana por lo que dan la sagrada comunión a todos los nuevos bautizados y
confirmados, incluso a los niños pequeños, recordando las palabras del Señor:
"Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis" (Mc 10,14). La
Iglesia latina, que reserva el acceso a la Sagrada Comunión a los que han
alcanzado el uso de razón, expresa cómo el Bautismo introduce a la Eucaristía
acercando al altar al niño recién bautizado para la oración del Padre Nuestro. (C.I.C
1245) La bendición
solemne cierra la celebración del Bautismo. En el Bautismo de recién
nacidos, la bendición de la madre ocupa un lugar especial. [Fin]
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