martes, 1 de julio de 2014
206. ¿Qué significa morir en Cristo Jesús? (Primera parte)
(Compendio 206) Morir en Cristo Jesús significa morir en
gracia de Dios, sin pecado mortal. Así el creyente en Cristo, siguiendo su
ejemplo, puede transformar la propia muerte en un acto de obediencia y de amor
al Padre. «Es cierta esta afirmación: si hemos muerto con Él, también viviremos
con Él» (2 Tm 2, 11).
Resumen
(C.I.C 1019) Jesús, el Hijo de
Dios, sufrió libremente la muerte por nosotros en una sumisión total y libre a
la voluntad de Dios, su Padre. Por su muerte venció a la muerte, abriendo así a
todos los hombres la posibilidad de la salvación.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1005) Para resucitar con
Cristo, es necesario morir con Cristo, es necesario "dejar este cuerpo
para ir a morar cerca del Señor" (2Co 5,8). En esta "partida"
(Flp 1,23) que es la muerte, el alma se separa del cuerpo. Se reunirá con su
cuerpo el día de la resurrección de los muertos (cf. Credo del Pueblo de Dios, 28). (C.I.C 1006) "Frente a la muerte, el enigma de la condición
humana alcanza su cumbre" (Gaudium
et spes, 18). En un sentido, la muerte corporal es natural, pero por la fe
sabemos que realmente es "salario del pecado" (Rm 6, 23; cf. Gn 2,
17). Y para los que mueren en la gracia de Cristo, es una participación en la
muerte del Señor para poder participar también en su Resurrección (cf. Rm 6,
3-9; Flp 3, 10-11).
Para la reflexión
(C.I.C 1007) La muerte es el final de la vida terrena. Nuestras vidas están
medidas por el tiempo, en el curso del cual cambiamos, envejecemos y como en
todos los seres vivos de la tierra, al final aparece la muerte como terminación
normal de la vida. Este aspecto de la muerte da urgencia a nuestras vidas: el
recuerdo de nuestra mortalidad sirve también par hacernos pensar que no
contamos más que con un tiempo limitado para llevar a término nuestra vida: “Acuérdate
de tu Creador en tus días mozos [...], mientras no vuelva el polvo a la tierra, a lo
que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio (Qo 12, 1. 7). (Continua)
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