miércoles, 23 de julio de 2014
222. ¿Cuál es la obra de Cristo en la Liturgia? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 222 - repetición) En la
liturgia de la Iglesia, Cristo significa y realiza principalmente su misterio
pascual. Al entregar el Espíritu Santo a los Apóstoles, les ha concedido, a
ellos y a sus sucesores, el poder de actualizar la obra de la salvación por
medio del sacrificio eucarístico y de los sacramentos, en los cuales Él mismo
actúa para comunicar su gracia a los fieles de todos los tiempos y en todo el
mundo.
Resumen
(C.I.C 1111) La obra de Cristo en la liturgia es sacramental
porque su Misterio de salvación se hace presente en ella por el poder de su
Espíritu Santo; porque su Cuerpo, que es la Iglesia, es como el sacramento (signo
e instrumento) en el cual el Espíritu Santo dispensa el Misterio de la
salvación; porque a través de sus acciones litúrgicas, la Iglesia peregrina
participa ya, como en primicias, en la Liturgia celestial.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1088) "Para llevar a
cabo una obra tan grande" -la dispensación o comunicación de su obra de
salvación- "Cristo está siempre presente en su Iglesia, principalmente en
los actos litúrgicos. Está presente en el sacrificio de la misa, no sólo en la
persona del ministro, ‘ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el
mismo que entonces se ofreció en la cruz’, sino también, sobre todo, bajo las
especies eucarísticas. Está presente con su virtud en los sacramentos, de modo
que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su
palabra, pues es Él mismo el que habla cuando se lee en la Iglesia la Sagrada
Escritura. Está presente, finalmente, cuando la Iglesia suplica y canta salmos,
el mismo que prometió: ‘Donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos’ (Mt 18,20)" (Sacrosanctum Concilium, 7). (C.I.C
1089) "Realmente, en una obra tan grande por la
que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia
siempre consigo a la Iglesia, su esposa amadísima, que invoca a su Señor y por Él
rinde culto al Padre Eterno" (Sacrosanctum
Concilium, 7).
Para la reflexión
(C.I.C 1090) "En la liturgia
terrena pregustamos y participamos en aquella liturgia celestial que se celebra
en la ciudad santa, Jerusalén, hacia la cual nos dirigimos como peregrinos,
donde Cristo está sentado a la derecha del Padre, como ministro del santuario y
del tabernáculo verdadero; cantamos un himno de gloria al Señor con todo el
ejército celestial; venerando la memoria de los santos, esperamos participar
con ellos y acompañarlos; aguardamos al Salvador, nuestro Señor Jesucristo,
hasta que se manifieste Él, nuestra Vida, y nosotros nos manifestamos con Él en
la gloria" (Sacrosanctum
Concilium, 8; cf.
50). [Fin]
(Siguiente
pregunta: ¿Cómo actúa el Espíritu Santo en la liturgia respecto de la
Iglesia?)
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