viernes, 18 de julio de 2014
219. ¿Qué lugar ocupa la liturgia en la vida de la Iglesia?
(Compendio 219) La liturgia, acción sagrada por
excelencia, es la cumbre hacia la que tiende la acción de la Iglesia y, al
mismo tiempo, la fuente de la que emana su fuerza vital. A través de la
liturgia, Cristo continúa en su Iglesia, con ella y por medio de ella, la obra
de nuestra redención
Resumen
(C.I.C 1071) La Liturgia, obra de
Cristo, es también una acción de su Iglesia. Realiza y manifiesta la Iglesia
como signo visible de la comunión entre Dios y de los hombres por Cristo.
Introduce a los fieles en la vida nueva de la comunidad. Implica una
participación "consciente, activa y fructífera" de todos (Sacrosanctum Concilium, 11).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1072) "La sagrada
liturgia no agota toda la acción de la Iglesia" (Sacrosanctum Concilium, 9): debe ser precedida por la evangelización, la fe y la
conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles: la Vida
nueva según el Espíritu, el compromiso en la misión de la Iglesia y el servicio
de su unidad. (C.I.C 1073) La Liturgia es también
participación en la oración de Cristo, dirigida al Padre en el Espíritu Santo.
En ella toda oración cristiana encuentra su fuente y su término. Por la
liturgia el hombre interior es enraizado y fundado (cf. Ef 3,16-17) en "el
gran amor con que el Padre nos amó" (Ef 2,4) en su Hijo Amado. Es la misma
"maravilla de Dios" que es vivida e interiorizada por toda oración,
"en todo tiempo, en el Espíritu" (Ef 6,18).
Para la reflexión
(C.I.C 1074) "La Liturgia es
la cumbre a la que tiende la acción de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente
de donde mana toda su fuerza" (Sacrosanctum
Concilium, 10). Por tanto, es el lugar
privilegiado de la catequesis del Pueblo de Dios. "La catequesis está
intrínsecamente unida a toda la acción litúrgica y sacramental, porque es en
los sacramentos, y sobre todo en la Eucaristía, donde Jesucristo actúa en
plenitud para la transformación de los hombres" (Catechesi tradendae, 23). (C.I.C 1075) La
catequesis litúrgica pretende introducir en el Misterio de Cristo (es
"mistagogia"), procediendo de lo visible a lo invisible, del signo a
lo significado, de los "sacramentos" a los "misterios".
Esta modalidad de catequesis corresponde hacerla a los catecismos locales y
regionales. El presente catecismo, que quiere ser un servicio para toda la
Iglesia, en la diversidad de sus ritos y sus culturas (cf. Sacrosanctum Concilium, 3-4), enseña lo que es fundamental y común a toda la Iglesia
en lo que se refiere a la liturgia en cuanto misterio y celebración (primera sección), y a los siete sacramentos
y los sacramentales (segunda sección).
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