martes, 25 de marzo de 2014
126. ¿Qué lugar ocupa la Resurrección de Cristo en nuestra fe?
(Compendio 126) La Resurrección de Jesús es la verdad
culminante de nuestra fe en Cristo, y representa, con la Cruz, una parte
esencial del Misterio pascual.
Resumen
(C.I.C 636) En la expresión "Jesús descendió a los
infiernos", el símbolo confiesa que Jesús
murió realmente, y que, por su muerte en favor nuestro, ha vencido a la muerte
y al diablo "Señor de la muerte" (Hb 2, 14). (C.I.C 637) Cristo
muerto, en su alma unida a su persona divina, descendió a la morada de los
muertos. Abrió las puertas del cielo a los justos que le habían precedido.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 631) "Jesús bajó a las regiones inferiores de la
tierra. Este que bajó es el mismo que subió" (Ef 4, 9-10). El Símbolo de
los Apóstoles confiesa en un mismo artículo de fe el descenso de Cristo a los
infiernos y su Resurrección de los muertos al tercer día, porque es en su
Pascua donde, desde el fondo de la muerte, Él
hace brotar la vida: Christus, Filius
tuus, qui, regressus ab inferis, humano generi serenus illuxit, et vivit et
regnat in saecula saeculorum. Amen. (Es Cristo, tu Hijo resucitado, que, al
salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano, y vive y reina
glorioso por los siglos de los siglos. Amén). (Vigilia Pascual, Pregón Pascual (“Exsultet”): Misal Romano).
Para la reflexión
(C.I.C 638) “Os anunciamos la Buena Nueva de que la Promesa
hecha a los padres Dios la ha cumplido en nosotros, los hijos, al resucitar a
Jesús” (Hch 13, 32-33). La Resurrección de Jesús es la verdad culminante de
nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera comunidad cristiana como
verdad central, transmitida como fundamental por la Tradición, establecida en
los documentos del Nuevo Testamento, predicada como parte esencial del Misterio
Pascual al mismo tiempo que la Cruz: “Cristo ha resucitado de entre los
muertos, con su muerte ha vencido la muerte. Y a los muertos ha dado la vida” (Liturgia bizantina: Tropario del día de
Pascua: “Pentekostarion” p. 6). (C.I.C 651) "Si no resucitó Cristo,
vana es nuestra predicación, vana también vuestra fe"(1Co 15, 14). La
Resurrección constituye ante todo la confirmación de todo lo que Cristo hizo y
enseñó. Todas las verdades, incluso las más inaccesibles al espíritu humano,
encuentran su justificación si Cristo, al resucitar, ha dado la prueba
definitiva de su autoridad divina según lo había prometido.
(Siguiente
pregunta: ¿Qué «signos» atestiguan la Resurrección de Cristo?)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario