lunes, 3 de marzo de 2014
109. ¿Qué autoridad confiere Jesús a sus Apóstoles en el Reino?
(Compendio 109) Jesús elige a los Doce, futuros testigos
de su Resurrección, y los hace partícipes de su misión y de su autoridad para
enseñar, absolver los pecados, edificar y gobernar la Iglesia. En este colegio,
Pedro recibe «las llaves del Reino» (Mt 16, 19) y ocupa el primer puesto, con
la misión de custodiar la fe en su integridad y de confirmar en ella a sus
hermanos.
Resumen
(C.I.C 567) El Reino de los cielos ha sido inaugurado en la
tierra por Cristo. "Se manifiesta a los hombres en las palabras, en las
obras y en la presencia de Cristo" (Lumen
gentium, 5). La Iglesia es el germen y el comienzo de este Reino. Sus
llaves son confiadas a Pedro.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 551) Desde el comienzo de su vida pública Jesús
eligió unos hombres en número de doce para estar con él y participar en su
misión (cf. Mc 3, 13-19); les hizo partícipes de su autoridad "y los envió
a proclamar el Reino de Dios y a curar" (Lc 9, 2). Ellos permanecen para
siempre asociados al Reino de Cristo porque por medio de ellos dirige su
Iglesia: “Yo, por mi parte, dispongo el Reino para vosotros, como mi Padre lo
dispuso para mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi Reino y os sentéis sobre
tronos para juzgar a las doce tribus de Israel” (Lc 22, 29-30). (C.I.C 552) En
el colegio de los Doce, Simón Pedro ocupa el primer lugar (cf. Mc 3, 16; 9, 2;
Lc 24, 34; 1Co 15, 5). Jesús le confía una misión única. Gracias a una
revelación del Padre, Pedro había confesado: "Tú eres el Cristo, el Hijo
de Dios vivo" (Mt 16, 16). Entonces Nuestro Señor le declaró: "Tú
eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Infierno
no prevalecerán contra ella" (Mt 16, 18). Cristo, "Piedra viva"
(1P 2, 4), asegura a su Iglesia, edificada sobre Pedro, la victoria sobre los
poderes de la muerte. Pedro, a causa de la fe confesada por él, será la roca
inquebrantable de la Iglesia. Tendrá la misión de custodiar esta fe ante todo
desfallecimiento y de confirmar en ella a sus hermanos (cf. Lc 22, 32).
Para la reflexión
(C.I.C 553) Jesús ha confiado a Pedro una autoridad
específica: "A ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y lo que
ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra
quedará desatado en los cielos" (Mt 16, 19). El poder de las llaves
designa la autoridad para gobernar la casa de Dios, que es la Iglesia. Jesús,
"el Buen Pastor" (Jn 10, 11) confirmó este encargo después de su
resurrección:"Apacienta mis ovejas" (Jn 21, 15-17). El poder de
"atar y desatar" significa la autoridad para absolver los pecados,
pronunciar sentencias doctrinales y tomar decisiones disciplinares en la
Iglesia. Jesús confió esta autoridad a la Iglesia por el ministerio de los apóstoles
(cf. Mt 18, 18) y particularmente por el de Pedro, el único a quien Él confió explícitamente las llaves del Reino.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario