viernes, 31 de julio de 2015
491. ¿De qué modos todos están llamados a vivir la castidad?
(Compendio
491) Todos, siguiendo a Cristo modelo de castidad, están llamados a llevar una
vida casta según el propio estado de vida: unos viviendo en la virginidad o en
el celibato consagrado, modo eminente de dedicarse más fácilmente a Dios, con
corazón indiviso; otros, si están casados, viviendo la castidad conyugal; los
no casados, practicando la castidad en la continencia.
Resumen
(C.I.C 2394)
Cristo es el modelo de la castidad. Todo bautizado es llamado a llevar una vida
casta, cada uno según su estado de vida.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2348) Todo
bautizado es llamado a la castidad. El cristiano se ha ‘revestido de Cristo’
(Ga 3, 27), modelo de toda castidad. Todos los fieles de Cristo son llamados a
una vida casta según su estado de vida particular. En el momento de su
Bautismo, el cristiano se compromete a dirigir su afectividad en la castidad.
(C.I.C 2350) Los novios están
llamados a vivir la castidad en la continencia. En esta prueba han de ver un
descubrimiento del mutuo respeto, un aprendizaje de la fidelidad y de la
esperanza de recibirse el uno y el otro de Dios. Reservarán para el tiempo del
matrimonio las manifestaciones de ternura específicas del amor conyugal. Deben
ayudarse mutuamente a crecer en la castidad.
come
Para la reflexión
(C.I.C 2349) La
castidad ‘debe calificar a las personas según los diferentes estados de vida: a
unas, en la virginidad o en el celibato consagrado, manera eminente de
dedicarse más fácilmente a Dios solo con corazón indiviso; a otras, de la
manera que determina para ellas la ley moral, según sean casadas o celibes’ (Persona humana, 11). Las personas
casadas son llamadas a vivir la castidad conyugal; las otras practican la
castidad en la continencia. “Se nons enseña que existen tres formas de la
virtud de la castidad: una de los esposos, otra de las viudas, la tercera de la
virginidad. No alabamos a una con exclusión de las otras. […] En esto la
disciplina de la Iglesia es rica” (San Ambrosio, De viduis 23: PL 16, 241-242).
jueves, 30 de julio de 2015
490. ¿De qué medios disponemos para ayudarnos a vivir la castidad? (Segunda parte - continuación)
490. ¿De qué medios disponemos para ayudarnos a vivir la castidad? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 490
- repetición) Son numerosos los medios de que disponemos para
vivir la castidad: la gracia de Dios, la ayuda de los sacramentos, la oración,
el conocimiento de uno mismo, la práctica de una ascesis adaptada a las
diversas situaciones y el ejercicio de las virtudes morales, en particular de
la virtud de la templanza, que busca que la razón sea la guía de las pasiones.
Resumen
(C.I.C 2395) La
castidad significa la integración de la sexualidad en la persona. Entraña el
aprendizaje del dominio personal.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2344) La
castidad representa una tarea eminentemente personal; implica también un esfuerzo cultural, pues ‘el desarrollo
de la persona humana y el crecimiento de la sociedad misma están mutuamente
condicionados’ (Gaudium et spes, 25).
La castidad supone el respeto de los derechos de la persona, en particular, el
de recibir una información y una educación que respeten las dimensiones morales
y espirituales de la vida humana. (C.I.C 2345) La castidad es una virtud moral.
Es también un don de Dios, una gracia,
un fruto del trabajo espiritual (cf. Ga 5, 22). El Espíritu Santo concede, al
que ha sido regenerado por el agua del bautismo, imitar la pureza de Cristo (cf.
1Jn 3, 3).
Para la reflexión
(C.I.C 2346) La
caridad es la forma de todas las virtudes. Bajo su influencia, la castidad
aparece como una escuela de donación de la persona. El dominio de sí está
ordenado al don de sí mismo. La castidad conduce al que la practica a ser ante
el prójimo un testigo de la fidelidad y de la ternura de Dios. (C.I.C 2347) La
virtud de la castidad se desarrolla en la amistad.
Indica al discípulo cómo seguir e imitar al que nos eligió como sus amigos (cf.
Jn 15, 15), a quien se dio totalmente a nosotros y nos hace participar de su
condición divina. La castidad es promesa de inmortalidad. La castidad se
expresa especialmente en la amistad con
el prójimo. Desarrollada entre personas del mismo sexo o de sexos
distintos, la amistad representa un gran bien para todos. Conduce a la comunión
espiritual. [Fin]
(Siguiente pregunta: ¿De qué modos todos están llamados a vivir la castidad?)
miércoles, 29 de julio de 2015
489. ¿Qué supone la virtud de la castidad?
489. ¿Qué supone la virtud de la castidad?
(Compendio 489) La virtud de la castidad supone la
adquisición del dominio de sí mismo, como expresión de libertad humana
destinada al don de uno mismo. Para este fin, es necesaria una integral y
permanente educación, que se realiza en etapas graduales de crecimiento.
Resumen
(C.I.C 2341) La virtud de la castidad forma parte de la
virtud cardinal de la templanza, que
tiende a impregnar de racionalidad las pasiones y los apetitos de la
sensibilidad humana.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2339) La castidad implica un aprendizaje del dominio de sí, que es una pedagogía de la libertad
humana. La alternativa es clara: o el hombre controla sus pasiones y obtiene la
paz, o se deja dominar por ellas y se hace desgraciado (cf. Si 1, 22). ‘La
dignidad del hombre requiere, en efecto, que actúe según una elección
consciente y libre, es decir, movido e inducido personalmente desde dentro y no
bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El
hombre logra esta dignidad cuando, liberándose de toda esclavitud de las
pasiones, persigue su fin en la libre elección del bien y se procura con
eficacia y habilidad los medios adecuados’ (Gaudium
et spes, 17).
Para la reflexión
(C.I.C 2340) El que quiere permanecer fiel a las promesas de
su bautismo y resistir las tentaciones debe poner los medios para ello: el conocimiento de sí, la práctica de una ascesis
adaptada a las situaciones encontradas, la obediencia a los mandamientos
divinos, la práctica de las virtudes morales y la fidelidad a la oración. ‘La
castidad nos recompone; nos devuelve a la unidad que habíamos perdido
dispersándonos’ (San Agustín, Confessiones,
10, 29; 40: PL 32, 796).
(Siguiente pregunta: ¿De qué medios disponemos para ayudarnos a vivir la castidad?)
martes, 28 de julio de 2015
488. ¿Qué es la castidad?
488. ¿Qué es la castidad?
(Compendio 488) La castidad es la positiva
integración de la sexualidad en la persona. La sexualidad es verdaderamente
humana cuando está integrada de manera justa en la relación de persona a
persona. La castidad es una virtud moral, un don de Dios, una gracia y un fruto
del Espíritu.
Resumen
(C.I.C 2395) La castidad significa la
integración de la sexualidad en la persona. Entraña el aprendizaje del dominio
personal.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2337) La castidad significa la
integración lograda de la sexualidad en la persona, y por ello en la unidad
interior del hombre en su ser corporal y espiritual. La sexualidad, en la que
se expresa la pertenencia del hombre al mundo corporal y biológico, se hace
personal y verdaderamente humana cuando está integrada en la relación de
persona a persona, en el don mutuo total y temporalmente ilimitado del hombre y
de la mujer. La virtud de la castidad, por tanto, entraña la integridad de la
persona y la totalidad del don.
Para la reflexión
(C.I.C 2338) La persona casta mantiene la
integridad de las fuerzas de vida y de amor depositadas en ella. Esta
integridad asegura la unidad de la persona; se opone a todo comportamiento que
la pueda lesionar. No tolera ni la doble vida ni el doble lenguaje (cf. Mt 5,
37).
(Siguiente pregunta: ¿Qué supone la virtud de la castidad?)
lunes, 27 de julio de 2015
487. ¿Qué corresponde a la persona humana frente a la propia identidad sexual? (Segunda parte - continuación)
487. ¿Qué corresponde a la persona humana frente a la propia identidad sexual? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 487 - repetición) Dios ha creado al hombre como varón y mujer,
con igual dignidad personal, y ha inscrito en él la vocación del amor y de la
comunión. Corresponde a cada uno aceptar la propia identidad sexual,
reconociendo la importancia de la misma para toda la persona, su especificidad
y complementariedad.
Resumen
(C.I.C 2393) Al crear al ser humano hombre y
mujer, Dios confiere la dignidad personal de manera idéntica a uno y a otra. A
cada uno, hombre y mujer, corresponde reconocer y aceptar su identidad sexual.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 2334) ‘Creando al hombre «varón y
mujer», Dios da la dignidad personal de igual modo al hombre y a la mujer’ (Familiaris Consortio, 22; Gaudium et Spes, 49). ‘El hombre es una
persona, y esto se aplica en la misma medida al hombre y a la mujer, porque los
dos fueron creados a imagen y semejanza de un Dios personal’ (Mulieris Dignitatem, 6). (C.I.C 2335)
Cada uno de los dos sexos es, con una dignidad igual, aunque de manera
distinta, imagen del poder y de la ternura de Dios. La unión del hombre y de la mujer en el matrimonio es una manera de
imitar en la carne la generosidad y la fecundidad del Creador: ‘El hombre deja
a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne’ (Gn 2,
24). De esta unión proceden todas las generaciones humanas (cf. Gn 4,
1-2.25-26; 5, 1).
Para la reflexión
(C.I.C 2336) Jesús vino a restaurar la
creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón de la Montaña interpreta de
manera rigurosa el plan de Dios: ‘Habéis oído que se dijo: «no cometerás
adulterio». Pues yo os digo: «Todo el que mira a una mujer deseándola, ya
cometió adulterio con ella en su corazón’» (Mt 5, 27-28). El hombre no debe
separar lo que Dios ha unido (cf. Mt 19, 6). La Tradición de la Iglesia ha entendido
el sexto mandamiento como referido a la globalidad de la sexualidad humana. [Fin]
(Siguiente pregunta: ¿Qué es la castidad?)
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