sábado, 4 de octubre de 2014
277. ¿Cómo se desarrolla la celebración de la Eucaristía? (Primera parte)
(Compendio 277) La celebración eucarística
se desarrolla en dos grandes momentos, que forman un solo acto de culto: la
liturgia de la Palabra, que comprende la proclamación y la escucha de la
Palabra de Dios; y la liturgia eucarística, que comprende la presentación del
pan y del vino, la anáfora o plegaria eucarística, con las palabras de la
consagración, y la comunión.
Resumen
(C.I.C 1408) La
celebración eucarística comprende siempre: la proclamación de la Palabra de
Dios, la acción de gracias a Dios Padre por todos sus beneficios, sobre todo
por el don de su Hijo, la consagración del pan y del vino y la participación en
el banquete litúrgico por la recepción del Cuerpo y de la Sangre del Señor:
estos elementos constituyen un solo y mismo acto de culto.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1345) Desde
el siglo II, según el testimonio de San Justino mártir, tenemos las grandes
líneas del desarrollo de la celebración eucarística. Estas han permanecido
invariables hasta nuestros días a través de la diversidad de tradiciones
rituales litúrgicas. He aquí lo que el santo escribe, hacia el año 155, para
explicar al emperador pagano Antonino Pío (138-161) lo que hacen los
cristianos: “El día que se llama día del sol tiene lugar la reunión en un mismo
sitio de todos los que habitan en la ciudad o en el campo. Se leen las memorias
de los Apóstoles y los escritos de los profetas, tanto tiempo como es posible. Cuando
el lector ha terminado, el que preside toma la palabra para incitar y exhortar
a la imitación de tan bellas cosas. Luego nos levantamos todos juntos y oramos
por nosotros [...] (San Justino, Apologia,
1, 67: PG 6, 429) y por todos los demás donde quiera que estén, […] a fin de
que seamos hallados justos en nuestra vida y nuestras acciones y seamos fieles
a los mandamientos para alcanzar así la salvación eterna. Cuando termina esta
oración nos besamos unos a otros. Luego se lleva al que preside a los hermanos
pan y una copa de agua y de vino mezclados. El presidente los toma y eleva
alabanza y gloria al Padre del universo, por el nombre del Hijo y del Espíritu
Santo y da gracias (en griego: eucharistian)
largamente porque hayamos sido juzgados dignos de estos dones. Cuando terminan
las oraciones y las acciones de gracias todo el pueblo presente pronuncia una
aclamación diciendo: Amén. […] Cuando
el que preside ha hecho la acción de gracias y el pueblo le ha respondido, los
que entre nosotros se llaman diáconos distribuyen a todos los que están
presentes pan, vino y agua "eucaristizados" y los llevan a los
ausentes” (San Justino, Apologia, 1,
65: PG 6, 428).
Para la reflexión
(C.I.C 1346) La
liturgia de la Eucaristía se desarrolla conforme a una estructura fundamental
que se ha conservado a través de los siglos hasta nosotros. Comprende dos
grandes momentos que forman una unidad básica: — la reunión, la liturgia de la Palabra, con las
lecturas, la homilía y la oración universal; — la liturgia eucarística, con la presentación del pan y del vino, la
acción de gracias consecratoria y la comunión. Liturgia de la Palabra y liturgia
eucarística constituyen juntas "un solo acto de culto" (Sacrosanctum Concilium, 56); en efecto,
la mesa preparada para nosotros en la Eucaristía es a la vez la de la Palabra
de Dios y la del Cuerpo del Señor (cf. Dei
Verbum, 21). (C.I.C 1347) ¿No se
advierte aquí el mismo dinamismo del banquete pascual
de Jesús resucitado con sus discípulos? En el camino les explicaba las
Escrituras, luego, sentándose a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la
bendición, lo partió y se lo dio" (Lc 24, 30; cf. 24, 13-35). (Continua)
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