miércoles, 11 de junio de 2014
190. ¿Cómo participan los fieles laicos en la misión profética de Cristo?
(Compendio 190) Los laicos participan en la misión
profética de Cristo cuando acogen cada vez mejor en la fe la Palabra de Cristo,
y la anuncian al mundo con el testimonio de la vida y de la palabra, mediante
la evangelización y la catequesis. Este apostolado «adquiere una eficacia
particular porque se realiza en las condiciones generales de nuestro mundo»
(Lumen Gentium 35).
Resumen
(C.I.C 942) Gracias a
su misión profética, los laicos, "están llamados a ser testigos de Cristo
en todas las cosas, también en el interior de la sociedad humana" (Gaudium et spes, 43).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 904) "Cristo [...] realiza su función profética
... no sólo a través de la jerarquía [...] sino también por medio de los
laicos. El los hace sus testigos y les da el sentido de la fe y la gracia de la
palabra" (Lumen gentium, 35).
“Enseñar a alguien para traerlo a la fe es tarea de todo predicador e incluso
de todo creyente” (Santo Tomás de Aquino, STh
III, 71. 4 ad 3). (C.I.C 905) Los laicos cumplen también su misión profética
evangelizando, con "el anuncio de Cristo comunicado con el testimonio de
la vida y de la palabra". En los laicos, “esta evangelización […] adquiere
una nota específica y una eficacia particular por el hecho de que se realiza en
las condiciones generales de nuestro mundo" (Lumen gentium, 35): “Este apostolado no consiste sólo en el testimonio
de vida; el verdadero apostolado busca ocasiones para anunciar a Cristo con su
palabra, tanto a los no creyentes [...] como a los fieles (Apostolicam actuositatem, 6; cf. Ad gentes, 15).
Para la reflexión
(C.I.C 906) Los fieles laicos que sean capaces de ello y que
se formen para ello también pueden prestar su colaboración en la formación
catequética (cf. CIC cánones 774. 776. 780), en la enseñanza de las ciencias
sagradas (cf. CIC canon 229), en los medios de comunicación social (cf. CIC canon
822, § 3). (C.I.C 907) "Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, enp
sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de
manifestarla a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de
las costumbres y la reverencia hacia los pastores, habida cuenta de la utilidad
común y de la dignidad de las personas" (Cf. CIC canon 212, § 3).
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