miércoles, 21 de mayo de 2014
171. ¿Qué significa la afirmación «fuera de la Iglesia no hay salvación»?
(Compendio 171) La afirmación «fuera de la Iglesia no hay
salvación» significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza por medio de la
Iglesia, que es su Cuerpo. Por lo tanto no pueden salvarse quienes, conociendo
la Iglesia como fundada por Cristo y necesaria para la salvación, no entran y
no perseveran en ella. Al mismo tiempo, gracias a Cristo y a su Iglesia, pueden
alcanzar la salvación eterna todos aquellos que, sin culpa alguna, ignoran el
Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan sinceramente a Dios y, bajo el influjo
de la gracia, se esfuerzan en cumplir su voluntad, conocida mediante el
dictamen de la conciencia.
Resumen
(C.I.C 848) "Aunque Dios, por caminos conocidos sólo
por Él, puede llevar a la fe, 'sin la que es imposible agradarle' (Hb 11, 6), a
los hombres que ignoran el Evangelio sin culpa propia, corresponde, sin
embargo, a la Iglesia la necesidad y, al mismo tiempo, el derecho sagrado de
evangelizar" (Ad gentes, 7).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 846) [Fuera de la Iglesia no hay salvación] ¿Cómo
entender esta afirmación tantas veces repetida por los Padres de la Iglesia?
Formulada de modo positivo significa que toda salvación viene de Cristo-Cabeza
por la Iglesia que es su Cuerpo: El santo Sínodo [...] “basado en la Sagrada
Escritura y en la Tradición, enseña que esta Iglesia peregrina es necesaria
para la salvación. Cristo, en efecto, es el único Mediador y camino de
salvación que se nos hace presente en su Cuerpo, en la Iglesia. Él, al inculcar
con palabras, bien explícitas, la necesidad de la fe y del bautismo, confirmó
al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que entran los hombres por el
bautismo como por una puerta. Por eso, no podrían salvarse los que sabiendo que
Dios fundó, por medio de Jesucristo, la Iglesia católica como necesaria para la
salvación, sin embargo, no hubiesen querido entrar o perseverar en ella” (Lumen gentium, 14).
Para la reflexión
(C.I.C 847) Esta afirmación no se refiere a los que, sin
culpa suya, no conocen a Cristo y a su Iglesia: Los que sin culpa suya no
conocen el Evangelio de Cristo y su Iglesia, pero buscan a Dios con sincero
corazón e intentan en su vida, con la ayuda de la gracia, hacer la voluntad de
Dios, conocida a través de lo que les dice su conciencia, pueden conseguir la
salvación eterna (Lumen gentium, 16;
cf. DS 3866-3872).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario