lunes, 12 de mayo de 2014
163. ¿Cómo se debe considerar entonces a los cristianos no católicos?
(Compendio 163) En las Iglesias y comunidades eclesiales
que se separaron de la plena comunión con la Iglesia católica, se hallan muchos
elementos de santificación y verdad. Todos estos bienes proceden de Cristo e
impulsan hacia la unidad católica. Los miembros de estas Iglesias y comunidades
se incorporan a Cristo en el Bautismo, por ello los reconocemos como hermanos.
Resumen
(C.I.C 866) La Iglesia es una: tiene un solo Señor; confiesa
una sola fe, nace de un solo Bautismo, no forma más que un solo Cuerpo,
vivificado por un solo Espíritu, orientado a una única esperanza (cf. Ef 4,
3-5) a cuyo término se superarán todas las divisiones.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 817) De hecho, "en esta una y única Iglesia de
Dios, aparecieron ya desde los primeros tiempos algunas escisiones que el
apóstol reprueba severamente como condenables; y en siglos posteriores
surgieron disensiones más amplias y comunidades no pequeñas se separaron de la
comunión plena con la Iglesia católica y, a veces, no sin culpa de los hombres
de ambas partes" (Unitatis
redintegratio, 3). Tales rupturas que lesionan la unidad del Cuerpo de
Cristo (se distingue la herejía, la apostasía y el cisma; cf. CIC canon 751) no
se producen sin el pecado de los hombres: Ubi
peccata sunt, ibi est multitudo, ibi schismata, ibi haereses, ibi discussiones.
Ubi autem virtus, ibi singularitas, ibi unio, ex quo omnium credentium erat cor
unum et anima una ("Donde hay pecados, allí hay desunión, cismas,
herejías, discusiones. Pero donde hay virtud, allí hay unión, de donde
resultaba que todos los creyentes tenían un solo corazón y una sola alma" (Orígenes,
In Ezechielem homilia 9, 1: PG 13,
732).
Para la reflexión
(C.I.C 818) Los que nacen hoy en las comunidades surgidas de
tales rupturas "y son instruidos en la fe de Cristo, no pueden ser
acusados del pecado de la separación y la Iglesia católica los abraza con
respeto y amor fraternos [...] justificados por la fe en el bautismo, se han
incorporado a Cristo; por tanto, con todo derecho se honran con el nombre de
cristianos y son reconocidos con razón por los hijos de la Iglesia católica
como hermanos en el Señor" (Unitatis
redintegratio, 3). (C.I.C 819) Además, "muchos elementos de
santificación y de verdad" (Lumen
gentium, 8) existen fuera de los límites visibles de la Iglesia católica:
"la palabra de Dios escrita, la vida de la gracia, la fe, la esperanza y
la caridad y otros dones interiores del Espíritu Santo y los elementos
visibles" (Unitatis redintegratio,
3; cf. Lumen gentium, 15). El
Espíritu de Cristo se sirve de estas Iglesias y comunidades eclesiales como
medios de salvación cuya fuerza viene de la plenitud de gracia y de verdad que
Cristo ha confiado a la Iglesia católica. Todos estos bienes provienen de
Cristo y conducen a Él (cf. Unitatis
redintegratio, 3) y de por sí impelen a "la unidad católica" (Lumen gentium, 8).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario