jueves, 8 de noviembre de 2012
1R 17, 7-16 El tarro de harina no se agotó ni se vació el frasco de aceite
I Reyes 17 - paginas
selectas
7 Pero, al cabo de un tiempo, el torrente se secó porque
no había llovido en la región. 8 Entonces la palabra del Señor llegó a Elías en
estos términos: 9 «Ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y establécete allí; ahí
yo he ordenado a una viuda que te provea de alimento». 10 El partió y se fue a
Sarepta. Al llegar a la entrada de la ciudad, vio a una viuda que estaba
juntando leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme en un jarro un poco de
agua para beber». 11 Mientras ella lo iba a buscar, la llamó y le dijo: «Tráeme
también en la mano un pedazo de pan». 12 Pero ella respondió: «¡Por la vida del
Señor, tu Dios! No tengo pan cocido, sino sólo un puñado de harina en el tarro
y un poco de aceite en el frasco. Apenas recoja un manojo de leña, entraré a
preparar un pan para mí y para mi hijo; lo comeremos, y luego moriremos». 13
Elías le dijo: «No temas. Ve a hacer lo que has dicho, pero antes prepárame con
eso una pequeña galleta y tráemela; para ti y para tu hijo lo harás después. 14
Porque así habla el Señor, el Dios de Israel: El tarro de harina no se agotará
ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover
sobre la superficie del suelo». 15 Ella se fue e hizo lo que le había dicho
Elías, y comieron ella, él y su hijo, durante un tiempo. 16 El tarro de harina
no se agotó ni se vació el frasco de aceite, conforme a la palabra que había
pronunciado el Señor por medio de Elías.
(C.I.C
2852) "Homicida […] desde el principio […] mentiroso […] y padre de la
mentira" (Jn 8, 44), "Satanás, el seductor del mundo entero" (Ap
12, 9), es aquél por medio del cual el pecado y la muerte entraron en el mundo
y, por cuya definitiva derrota, toda la creación entera será "liberada del
pecado y de la muerte" (Plegaria
Eucarística IV, 123: Misal Romano).
"Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no peca, sino que el Engendrado
de Dios le guarda y el Maligno no llega a tocarle. Sabemos que somos de Dios y
que el mundo entero yace en poder del Maligno" (1Jn 5, 18-19): “El Señor
que ha borrado vuestro pecado y perdonado vuestras faltas también os protege y
os guarda contra las astucias del diablo que os combate para que el enemigo,
que tiene la costumbre de engendrar la falta, no os sorprenda. Quien confía en Dios,
no tema al demonio. "Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra
nosotros?" (Rm 8, 31) (San Ambrosio, De
sacramentis, 5, 30: PL 16, 454).
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