viernes, 30 de octubre de 2015
540. ¿Cuál es la importancia de los Salmos en la oración? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 540
- repetición) Los Salmos son el vértice de la oración en el
Antiguo Testamento: la Palabra de Dios se convierte en oración del hombre.
Indisociablemente individual y comunitaria, esta oración, inspirada por el
Espíritu Santo, canta las maravillas de Dios en la creación y en la historia de
la salvación. Cristo ha orado con los Salmos y los ha llevado a su cumplimiento.
Por esto, siguen siendo un elemento esencial y permanente de la oración de la
Iglesia, que se adaptan a los hombres de toda condición y tiempo.
Resumen
(C.I.C 2597)
Rezandolos en referencia a Cristo, y viendo su cumplimiento en Él, los Salmos son elemento esencial y permanente de
la oración de su Iglesia. Se adaptan a los hombres de toda condición y de todo
tiempo.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2588) Las
múltiples expresiones de oración de los Salmos se hacn realidad viva tanto en
la liturgia del templo como en el corazón del hombre. Tanto si se trata de un
himno como de una oración de desamparo o de acción de gracias, de súplica
individual o comunitaria, de canto real o de peregrinación, o de meditación
sapiencial, los salmos son el espejo de las maravillas de Dios en la historia
de su pueblo y en las situaciones humanas vividas por el salmista. Un salmo
puede reflejar un acontecimiento pasado, pero es de una sobriedad tal que
verdaderamente pueden orar con él los hombres de toda condición y de todo
tiempo.
Para la reflexión
(C.I.C 2589) Hay
unos rasgos constantes en los Salmos: la simplicidad y la espontaneidad de la
oración, el deseo de Dios mismo a través de su creación, y con todo lo que hay
de bueno en ella, la situación incómoda del creyente que, en su amor preferente
por el Señor, se enfrenta con una multitud de enemigos y de tentaciones; y que,
en la espera de lo que hará el Dios fiel, mantiene la certeza del amor de Dios,
y la entrega a la voluntad divina. La oración de los salmos está siempre
orientada a la alabanza; por lo cual, corresponde bien al conjunto de los
salmos el título de "Las Alabanzas". Recopilados los Salmos en
función del culto de la Asamblea, son invitación a la oración y respuesta a la
misma: "Hallelu-Ya!" (Aleluya), "¡Alabad al Señor!" “¿Qué
cosa hay más agradable que un salmo? Como dice bellamente el mismo David:
"¡Alabad al Señor, que los salmos son buenos; nuestro Dios merece una
alabanza armoniosa". Y con razón: los salmos, en efecto, son la bendición
del pueblo, la alabanza de Dios, el elogio de los fieles, el aplauso de todos,
el lenguaje universal, la voz de la
Iglesia, la profesión armoniosa de nuestra fe…” (San Ambrosio, Enarrationes in Psalmos, 1, 9: PL 14, 968). [Fin]
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