domingo, 23 de agosto de 2015
507. ¿Cuál debe ser el comportamiento del hombre para con los animales?
(Compendio
507) El hombre debe tratar a los animales, criaturas de Dios, con benevolencia,
evitando tanto el desmedido amor hacia ellos, como su utilización
indiscriminada, sobre todo en experimentos científicos, efectuados al margen de
los límites razonables y con inútiles sufrimientos para los animales mismos.
Resumen
(C.I.C 2457) Los
animales están confiados a la administración del hombre que les debe
benevolencia. Pueden servir a la justa satisfacción de las necesidades del
hombre.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2416) Los animales son criaturas de Dios, que los
rodea de su solicitud providencial (cf. Mt 6, 16). Por su simple existencia, lo
bendicen y le dan gloria (cf. Dn 3, 79-81). También los hombres les deben
aprecio. Recuérdese con qué delicadeza trataban a los animales san Francisco de
Asís o san Felipe Neri. (C.I.C 2417) Dios confió los animales a la
administración del que fue creado por él a su imagen (cf. Gn 2, 19-20; 9, 1-4).
Por tanto, es legítimo servirse de los animales para el alimento y la
confección de vestidos. Se los puede domesticar para que ayuden al hombre en
sus trabajos y en sus ocios. Los experimentos médicos y científicos en
animales, si se mantienen dentro de límites razonables, son prácticas
moralmente aceptables, pues contribuyen a cuidar o salvar vidas humanas.
Para la reflexión
(C.I.C 2418) Es
contrario a la dignidad humana hacer sufrir inútilmente a los animales y
sacrificar sin necesidad sus vidas. Es también indigno invertir en ellos sumas
que deberían remediar más bien la miseria de los hombres. Se puede amar a los
animales; pero no se puede desviar hacia ellos el afecto debido únicamente a
los seres humanos.
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