martes, 4 de agosto de 2015
493. ¿Por qué el sexto mandamiento prohíbe todos los pecados contra la castidad?
(Compendio 493)
Aunque en el texto bíblico del Decálogo se dice «no cometerás adulterio» (Ex
20, 14), la Tradición de la Iglesia tiene en cuenta todas las enseñanzas
morales del Antiguo y del Nuevo Testamento, y considera el sexto mandamiento
como referido al conjunto de todos los pecados contra la castidad.
Resumen
(C.I.C 2394)
Cristo es el modelo de la castidad. Todo bautizado es llamado a llevar una vida
casta, cada uno según su estado de vida.
Profundizar y modos
de explicaciones
(C.I.C 2336)
Jesús vino a restaurar la creación en la pureza de sus orígenes. En el Sermón
de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: ‘Habéis oído que
se dijo: «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: «Todo el que mira a una
mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón’» (Mt 5, 27-28).
El hombre no debe separar lo que Dios ha unido (cf. Mt 19, 6). La Tradición de
la Iglesia ha entendido el sexto mandamiento como referido a la globalidad de
la sexualidad humana.
Para la reflexión
(C.I.C 1604) Dios que ha creado al hombre por amor lo ha llamado
también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el
hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,27), que es Amor (cf. 1Jn
4,8. 16). Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se
convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al
hombre. Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf. Gn 1,31). Y
este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra
común del cuidado de la creación. "Y los bendijo Dios y les dijo: ‘Sed
fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla’" (Gn 1,28).
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