viernes, 29 de agosto de 2014
250. ¿Cómo se distinguen los sacramentos de la Iglesia?
(Compendio 250) Los sacramentos de la Iglesia se
distinguen en sacramentos de la iniciación cristiana (Bautismo, Confirmación y
Eucaristía); sacramentos de la curación (Penitencia y Unción de los enfermos);
y sacramentos al servicio de la comunión y de la misión (Orden y Matrimonio).
Todos corresponden a momentos importantes de la vida cristiana, y están
ordenados a la Eucaristía «como a su fin específico» (Santo Tomás de Aquino).
Resumen
(C.I.C 1113) Toda la vida
litúrgica de la Iglesia gira en torno al Sacrificio eucarístico y los
sacramentos (cf. Sacrosanctum
Concilium, 6). Hay en la Iglesia siete
sacramentos: Bautismo, Confirmación o Crismación, Eucaristía, Penitencia,
Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio (cf. Concilio de Lyon: DS
860; Concilio de Florencia: DS 1310; Concilio de Trento: DS 1601). En este artículo
se trata de lo que es común a los siete sacramentos de la Iglesia desde el
punto de vista doctrinal. Lo que les es común bajo el aspecto de la celebración
se expondrá en el capítulo segundo, y lo que es propio de cada uno de ellos
será objeto de la segunda sección.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1210) Los sacramentos de la Nueva Ley fueron
instituidos por Cristo y son siete, a saber, Bautismo, Confirmación,
Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden sacerdotal y Matrimonio.
Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos
importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión
a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las
etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (Santo Tomás de Aquino,
Summa theologiae, 3, 65,1).
Para la reflexión
(C.I.C 1211) Siguiendo esta analogía se explicarán en primer
lugar los tres sacramentos de la iniciación cristiana (capítulo primero), luego los sacramentos de la curación (capítulo segundo), finalmente, los
sacramentos que están al servicio de la comunión y misión de los fieles (capítulo tercero). Ciertamente este
orden no es el único posible, pero permite ver que los sacramentos forman un
organismo en el cual cada sacramento particular tiene su lugar vital. En este
organismo, la Eucaristía ocupa un lugar único, en cuanto "sacramento de
los sacramentos": "todos los otros sacramentos están ordenados a éste
como a su fin" (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 3, 65, 3).
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