lunes, 11 de agosto de 2014
235. ¿De qué modo la Iglesia en la tierra celebra la liturgia? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 235 - repetición) La
Iglesia en la tierra celebra la liturgia como pueblo sacerdotal, en el cual
cada uno obra según su propia función, en la unidad del Espíritu Santo: los
bautizados se ofrecen como sacrificio espiritual; los ministros ordenados
celebran según el Orden recibido para el servicio de todos los miembros de la
Iglesia; los obispos y presbíteros actúan en la persona de Cristo Cabeza.
Resumen
(C.I.C 1189) La celebración
litúrgica comprende signos y símbolos que se refieren a la creación (luz, agua,
fuego), a la vida humana (lavar, ungir, partir el pan) y a la historia de la
salvación (los ritos de la Pascua). Insertos en el mundo de la fe y asumidos
por la fuerza del Espíritu Santo, estos elementos cósmicos, estos ritos
humanos, estos gestos del recuerdo de Dios se hacen portadores de la acción
salvífica y santificadora de Cristo.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1142) Pero "todos los
miembros no tienen la misma función" (Rm 12,4). Algunos son llamados por
Dios en y por la Iglesia a un servicio especial de la comunidad. Estos
servidores son escogidos y consagrados por el sacramento del Orden, por el cual
el Espíritu Santo los hace aptos para actuar en representación de Cristo-Cabeza
para el servicio de todos los miembros de la Iglesia (cf. Presbiterorum Ordinis, 2 ; 15). El ministro ordenado es como el "icono"
de Cristo Sacerdote. Por ser en la Eucaristía donde se manifiesta plenamente el
sacramento de la Iglesia, es también en la presidencia de la Eucaristía donde
el ministerio del obispo aparece en primer lugar, y en comunión con él, el de
los presbíteros y los diáconos. (C.I.C 1143)
En orden a ejercer las funciones del sacerdocio común de los fieles existen
también otros ministerios particulares,
no consagrados por el sacramento del Orden, y cuyas funciones son determinadas
por los obispos según las tradiciones litúrgicas y las necesidades pastorales.
"Los acólitos, lectores, comentadores y los que pertenecen a la schola cantorum desempeñan un auténtico
ministerio litúrgico" (Sacrosanctum
Concilium, 29).
Para la reflexión
(C.I.C 1144) Así, en la
celebración de los sacramentos, toda la asamblea es "liturgo", cada
cual según su función, pero en "la unidad del Espíritu" que actúa en
todos. "En las celebraciones litúrgicas, cada cual, ministro o fiel, al
desempeñar su oficio, hará todo y sólo
aquello que le corresponde según la naturaleza de la acción y las normas
litúrgicas" (Sacrosanctum Concilium,
28). [Fin]
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