lunes, 25 de agosto de 2014
246. ¿Cuáles son los lugares principales dentro de los edificios sagrados?
(Compendio 246) Los lugares principales dentro de los
edificios sagrados son éstos: el altar, el sagrario o tabernáculo, el
receptáculo donde se conservan el santo crisma y los otros santos óleos, la
sede del obispo (cátedra) o del presbítero, el ambón, la pila bautismal y el
confesionario.
Resumen
(C.I.C 1182) El altar de la Nueva Alianza es la Cruz del
Señor (cf. Hb 13,10), de la que manan los sacramentos del Misterio pascual.
Sobre el altar, que es el centro de la Iglesia, se hace presente el sacrificio
de la cruz bajo los signos sacramentales. El altar es también la mesa del
Señor, a la que el Pueblo de Dios es invitado (cf. Institución general del Misal Romano 259). En algunas liturgias
orientales, el altar es también símbolo del sepulcro (Cristo murió y resucitó
verdaderamente).
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1183) El tabernáculo debe estar situado "en las
iglesias en el lugar de los más dignos y con el máximo honor" (Mysterium fidei). La nobleza, la
disposición y la seguridad del tabernáculo eucarístico (Sacrosanctum Concilium, 128) deben favorecer la adoración del Señor
realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar. El Santo Crisma (Myron), cuya unción es
signo sacramental del sello del don del Espíritu Santo, es tradicionalmente
conservado y venerado en un lugar seguro del santuario. Se puede colocar junto
a él el óleo de los catecúmenos y el de los enfermos. (C.I.C 1184) La sede del
obispo (cátedra) o del sacerdote "debe significar su oficio de presidente
de la asamblea y director de la oración" (Institución general del Misal Romano, 271). El ambón: "La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la
iglesia haya un sitio reservado para su anuncio, hacia el que, durante la
liturgia de la Palabra, se vuelva espontáneamente la atención de los
fieles" (Institución general del
Misal Romano, 272).
Para la reflexión
(C.I.C 1185) La reunión del pueblo
de Dios comienza por el Bautismo; por tanto, el templo debe tener lugar
apropiado para la celebración del Bautismo
(baptisterio) y favorecer el recuerdo de las promesas del bautismo (agua
bendita). La renovación de la vida bautismal exige la penitencia. Por tanto el templo debe estar preparado para que se
pueda expresar el arrepentimiento y la recepción del perdón, lo cual exige
asimismo un lugar apropiado. El templo también debe ser un espacio que invite
al recogimiento y a la oración silenciosa, que prolonga e interioriza la gran
plegaria de la Eucaristía. (C.I.C 1186)
Finalmente, el templo tiene una significación escatológica. Para entrar en la
casa de Dios ordinariamente se franquea un umbral, símbolo del paso desde el
mundo herido por el pecado al mundo de la vida nueva al que todos los hombres
son llamados. La Iglesia visible simboliza la casa paterna hacia la cual el pueblo
de Dios está en marcha y donde el Padre "enjugará toda lágrima de sus
ojos" (Ap 21,4). Por eso también la Iglesia es la casa de todos los hijos de Dios, ampliamente
abierta y acogedora.
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