sábado, 23 de agosto de 2014
244. ¿Tiene la Iglesia necesidad de lugares para celebrar la liturgia?
(Compendio 244) El culto «en espíritu y en verdad» (Jn 4,
24) de la Nueva Alianza no está ligado a un lugar exclusivo, porque Cristo es
el verdadero templo de Dios, por medio del cual también los cristianos y la
Iglesia entera se convierten, por la acción del Espíritu Santo, en templos del
Dios vivo. Sin embargo, el Pueblo de Dios, en su condición terrenal, tiene
necesidad de lugares donde la comunidad pueda reunirse para celebrar la
liturgia.
Resumen
(C.I.C 1197) Cristo es el
verdadero Templo de Dios, "el lugar donde reside su gloria"; por la
gracia de Dios los cristianos son también templos del Espíritu Santo, piedras
vivas con las que se construye la Iglesia.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1180) Cuando el ejercicio
de la libertad religiosa no es impedido (cf. Dignitatis humanae, 4), los cristianos construyen edificios
destinados al culto divino. Estas iglesias visibles no son simples lugares de
reunión, sino que significan y manifiestan a la Iglesia que vive en ese lugar,
morada de Dios con los hombres reconciliados y unidos en Cristo.
Para la reflexión
(C.I.C 1179) El culto "en
espíritu y en verdad" (Jn 4,24) de la Nueva Alianza no está ligado a un
lugar exclusivo. Toda la tierra es santa y ha sido confiada a los hijos de los
hombres. Cuando los fieles se reúnen en un mismo lugar, lo fundamental es que ellos
son las "piedras vivas", reunidas para "la edificación de un
edificio espiritual" (1P 2,4-5). El Cuerpo de Cristo resucitado es el
templo espiritual de donde brota la fuente de agua viva. Incorporados a Cristo
por el Espíritu Santo, "somos el templo de Dios vivo" (2Co 6,16).
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