lunes, 28 de abril de 2014
149. ¿Cuál es el origen y la consumación de la Iglesia? (Segunda parte - continuación)
(Compendio 149 repetición) La
Iglesia tiene su origen y realización en el designio eterno de Dios. Fue
preparada en la Antigua Alianza con la elección de Israel, signo de la reunión
futura de todas las naciones. Fundada por las palabras y las acciones de
Jesucristo, fue realizada, sobre todo, mediante su muerte redentora y su
Resurrección. Más tarde, se manifestó como misterio de salvación mediante la
efusión del Espíritu Santo en Pentecostés. Al final de los tiempos, alcanzará
su consumación como asamblea celestial de todos los redimidos.
Resumen
(C.I.C 779) La Iglesia es a la vez visible y espiritual,
sociedad jerárquica y cuerpo místico de Cristo. Es una, formada por un doble
elemento humano y divino. Ahí está su Misterio que sólo la fe puede aceptar.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 771) "Cristo, el único Mediador, estableció en
este mundo su Iglesia santa, comunidad de fe, esperanza y amor, como un
organismo visible. La mantiene aún sin cesar para comunicar por medio de ella a
todos la verdad y la gracia". La Iglesia es a la vez: – "sociedad […]
dotada de órganos jerárquicos y el Cuerpo Místico de Cristo; – el grupo visible
y la comunidad espiritual, – la Iglesia de la tierra y la Iglesia llena de
bienes del cielo". Estas dimensiones juntas constituyen "una realidad
compleja, en la que están unidos el elemento divino y el humano" (Lumen gentium, 8): Es propio de la
Iglesia "ser a la vez humana y divina, visible y dotada de elementos
invisibles, entregada a la acción y dada a la contemplación, presente en el
mundo y, sin embargo, peregrina. De modo que en ella lo humano esté ordenado y
subordinado a lo divino, lo visible a lo invisible, la acción a la
contemplación y lo presente a la ciudad futura que buscamos" (Sacrosanctum Concilium, 2). “¡Qué
humildad y qué sublimidad! Es la tienda de Cadar y el santuario de Dios; una
tienda terrena y un palacio celestial; una casa modestísima y una aula regia;
un cuerpo mortal y un templo luminoso; la despreciada por los soberbios y la
esposa de Cristo. Tiene la tez morena pero es hermosa, hijas de Jerusalén. El
trabajo y el dolor del prolongado exilio la han deslucido, pero también la embellece
su forma celestial” (San Bernardo de Claraval, In Canticum sermo 27, 7, 14).
Para la reflexión
(C.I.C 772) En la Iglesia es donde Cristo realiza y revela
su propio misterio como la finalidad de designio de Dios: "recapitular
todo en Cristo" (Ef 1, 10). San Pablo llama "gran misterio" (Ef
5, 32) al desposorio de Cristo y de la Iglesia. Porque la Iglesia se une a Cristo
como a su esposo (cf. Ef 5, 25-27), por eso se convierte a su vez en misterio
(cf. Ef 3, 9-11). Contemplando en ella el misterio, San Pablo escribe: el
misterio "es Cristo en vosotros, la esperanza de la gloria" (Col 1,
27). (C.I.C 773) En la Iglesia esta comunión de los hombres con Dios por
"la caridad que no pasará jamás"(1Co 13, 8) es la finalidad que
ordena todo lo que en ella es medio sacramental ligado a este mundo que pasa
(cf. Lumen gentium, 48). "Su
estructura está totalmente ordenada a la santidad de los miembros de Cristo. Y
la santidad se aprecia en función del 'gran Misterio' en el que la Esposa
responde con el don del amor al don del Esposo" (Mulieris dignitatem, 27). María nos precede a todos en la santidad
que es el Misterio de la Iglesia como la "Esposa sin mancha ni
arruga" (Ef 5, 27). Por eso la dimensión mariana de la Iglesia precede a
su dimensión petrina" (Mulieris
dignitatem, 27). [Fin]
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