miércoles, 23 de abril de 2014
145. ¿Qué hace el Espíritu Santo en la Iglesia?
(Compendio 145) El Espíritu Santo edifica, anima y
santifica a la Iglesia; como Espíritu de Amor, devuelve a los bautizados la
semejanza divina, perdida a causa del pecado, y los hace vivir en Cristo la
vida misma de la Trinidad Santa. Los envía a dar testimonio de la Verdad de
Cristo y los organiza en sus respectivas funciones, para que todos den «el
fruto del Espíritu» (Ga 5, 22).
Resumen
(C.I.C 747) El Espíritu Santo que Cristo, Cabeza, derrama
sobre sus miembros, construye, anima y santifica a la Iglesia. Ella es el
sacramento de la Comunión de la Santísima Trinidad con los hombres.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 733) "Dios es Amor" (1Jn 4, 8. 16) y el
Amor que es el primer don, contiene todos los demás. Este amor "Dios lo ha
derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido
dado" (Rm 5, 5). (C.I.C 735) Él nos da
entonces las "arras" o las "primicias" de nuestra herencia (cf.
Rm 8, 23; 2 Co 1, 21): la vida misma de la Santísima Trinidad que es amar
"como él nos ha amado" (cf. 1Jn 4, 11-12). Este amor (la caridad que
se menciona en 1Co 13) es el principio de la vida nueva en Cristo, hecha
posible porque hemos "recibido una fuerza, la del Espíritu Santo"
(Hch 1, 8).
Para la reflexión
(C.I.C 736) Gracias a este poder del Espíritu Santo los
hijos de Dios pueden dar fruto. El que nos ha injertado en la Vid verdadera
hará que demos "el fruto del Espíritu que es caridad, alegría, paz,
paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, templanza"(Ga 5,
22-23). "El Espíritu es nuestra Vida": cuanto más renunciamos a
nosotros mismos (cf. Mt 16, 24-26), más "obramos también según el Espíritu"
(Ga 5, 25): “Por el Espíritu Santo se nos concede de nuevo la entrada en el paraíso,
la posesión del reino de los cielos, la recuperación de la adopción de hijos:
se nos da la confianza de llamar a Dios como Padre, la participación de la
gracia de Cristo, el podernos llamar hijos de la luz, el compartir la gloria
eterna” (San Basilio Magno, Liber de
Spiritu Sancto 15, 36: PG 32, 132). (C.I.C 737) La misión de Cristo y del
Espíritu Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu
Santo. Esta misión conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su
Comunión con el Padre en el Espíritu Santo: El Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por
su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta
al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su
Muerte y su Resurrección. Les hace
presente el misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para
reconciliarlos, para conducirlos a la comunión
con Dios, para que den "mucho fruto" (Jn 15, 5. 8. 16).
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