domingo, 1 de julio de 2012
Ex 3,5-6 «El suelo que estás pisando es una tierra santa»
5 Entonces Dios le dijo: «No te acerques hasta aquí.
Quítate las sandalias, porque el suelo que estás pisando es una tierra santa». 6
Luego siguió diciendo: «Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios
de Isaac y el Dios de Jacob». Moisés se cubrió el rostro porque tuvo miedo de
ver a Dios.
(C.I.C 205) Dios llama a Moisés
desde una zarza que arde sin consumirse. Dios dice a Moisés: "Yo soy el
Dios de tus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de
Jacob" (Ex 3,6). Dios es el Dios de los padres. El que había llamado y
guiado a los patriarcas en sus peregrinaciones. Es el Dios fiel y compasivo que
se acuerda de ellos y de sus promesas; viene para librar a sus descendientes de
la esclavitud. Es el Dios que más allá del espacio y del tiempo lo puede y lo
quiere, y que pondrá en obra toda su Omnipotencia para este designio. (C.I.C
277) Dios manifiesta su omnipotencia convirtiéndonos
de nuestros pecados y restableciéndonos en su amistad por la gracia ("Deus, qui omnipotentiam tuam parcendo maxime
et miserando manifestas..." -"Oh Dios, que manifiestas
especialmente tu poder con el perdón y la misericordia...") (Domingo XXVI del tiempo Ordinario. Colecta:
Misal Romano).
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