martes, 24 de julio de 2012
Ex 20,13 No matarás
13 No matarás.
(C.I.C 2318) ‘Dios […] tiene
en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre’ (Jb
12, 10). (C.I.C 2258) “La vida humana ha
de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción
creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador,
su único fin. Sólo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término;
nadie, en ninguna circunstancia, puede atribuirse el derecho de matar de modo
directo a un ser humano inocente” (Instr. Donum
vitae, Introducción, 5). (C.I.C 2261) La Escritura precisa lo que el quinto
mandamiento prohíbe: ‘No quites la vida del inocente y justo’ (Ex 23, 7). El
homicidio voluntario de un inocente es gravemente contrario a la dignidad del
ser humano, a la regla de oro y a la santidad del Creador. La ley que lo
proscribe posee una validez universal: obliga a todos y a cada uno, siempre y
en todas partes. (C.I.C 2319) Toda vida humana, desde el momento de la
concepción hasta la muerte, es sagrada, pues la persona humana ha sido amada
por sí misma a imagen y semejanza del Dios vivo y santo. (C.I.C 2320) Causar la
muerte a un ser humano es gravemente contrario a la dignidad de la persona y a
la santidad del Creador.
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