lunes, 22 de junio de 2009
Rm 9, 1-5 A ellos pertenecen la adopción filial la gloria
Romanos 9
(Rm 9, 1-5) A ellos pertenecen la adopción filial la gloria [1] Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me lo atestigua en el Espíritu Santo. [2] Siento una gran tristeza y un dolor constante en mi corazón. [3] Yo mismo desearía ser maldito, separado de Cristo, en favor de mis hermanos, los de mi propia raza. [4] Ellos son israelitas: a ellos pertenecen la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto y las promesas. [5] A ellos pertenecen también los patriarcas, y de ellos desciende Cristo según su condición humana, el cual está por encima de todo, Dios bendito eternamente.
(C.I.C 839) "[…] Los que todavía no han recibido el Evangelio también están ordenados al Pueblo de Dios de diversas maneras" (Lumen gentium, 16): La relación de la Iglesia con el pueblo judío. La Iglesia, Pueblo de Dios en la Nueva Alianza, al escrutar su propio misterio, descubre su vinculación con el pueblo judío (cf. Nostra aetate, 4) "a quien Dios nuestro Seño ha hablado primero" (Viernes Santo en la Pasión del Señor, Oración universal VI, Misal Romano). A diferencia de otras religiones no cristianas la fe judía ya es una respuesta a la revelación de Dios en la Antigua Alianza. Pertenece al pueblo judío "la adopción filial, la gloria, las alianzas, la legislación, el culto, las promesas […] y los patriarcas; de todo lo cual […] procede Cristo según la carne" (cf. Rm 9, 4-5), "porque los dones y la vocación de Dios son irrevocables" (Rm 11, 29). (C.I.C 840) Por otra parte, cuando se considera el futuro, el Pueblo de Dios de la Antigua Alianza y el nuevo Pueblo de Dios tienden hacia fines análogos: la espera de la venida (o el retorno) del Mesías; pues para unos, es la espera de la vuelta del Mesías, muerto y resucitado, reconocido como Señor e Hijo de Dios; para los otros, es la venida del Mesías cuyos rasgos permanecen velados hasta el fin de los tiempos, espera que está acompañada del drama de la ignorancia o del rechazo de Cristo Jesús.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario