lunes, 20 de noviembre de 2017

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 221



YOUCAT Pregunta n. - 221 – Parte III. ¿Cómo me transforma la sagrada Comunión?


(Respuesta YouCat – repeticion) Cada sagrada Comunión me une más íntimamente con Cristo, me convierte en un miembro vivo del cuerpo de Cristo, renueva las gracias que he recibido en el Bautismo y la Confirmación y me fortalece en la lucha contra el pecado.

Reflecciones y puntos a profundizar Comentario CIC) (C.I.C 1394) Como el alimento corporal sirve para restaurar la pérdida de fuerzas, la Eucaristía fortalece la caridad que, en la vida cotidiana, tiende a debilitarse; y esta caridad vivificada borra los pecados veniales (cf. Concilio de Trento: DS 1638). Dándose a nosotros, Cristo reaviva nuestro amor y nos hace capaces de romper los lazos desordenados con las criaturas y de arraigarnos en Él: “Porque Cristo murió por nuestro amor, cuando hacemos conmemoración de su muerte en nuestro sacrificio, pedimos que venga el Espíritu Santo y nos comunique el amor; suplicamos fervorosamente que aquel mismo amor que impulsó a Cristo a dejarse crucificar por nosotros sea infundido por el Espíritu Santo en nuestros propios corazones, con objeto de que consideremos al mundo como crucificado para nosotros, y sepamos vivir crucificados para el mundo [...] y, llenos de caridad, muertos para el pecado vivamos para Dios (San Fulgencio de Ruspe, Contra gesta Fabiani 28, 17: PL 65, 789). 

Para meditar   
(Comentario CIC) (C.I.C 1395) Por la misma caridad que enciende en nosotros, la Eucaristía nos preserva de futuros pecados mortales. Cuanto más participamos en la vida de Cristo y más progresamos en su amistad, tanto más difícil se nos hará romper con Él por el pecado mortal. La Eucaristía no está ordenada al perdón de los pecados mortales. Esto es propio del sacramento de la Reconciliación. Lo propio de la Eucaristía es ser el sacramento de los que están en plena comunión con la Iglesia.

(Continua la Pregunta: ¿Cómo me transforma la sagrada Comunión?) 

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