lunes, 6 de noviembre de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 216
(Respuesta YouCat) Cristo está misteriosa pero realmente
presente en el sacramento de la Eucaristía. Cada vez que la Iglesia realiza el
mandato de Jesús «Haced esto en memoria mía» (1 Cor 11,25), parte el pan y
ofrece el cáliz, sucede hoy lo mismo que sucedió entonces: Cristo se entrega
verdaderamente por nosotros y nosotros tomamos realmente parte en él. El
sacrificio único e irrepetible de Cristo en la cruz se hace presente sobre el
altar; se realiza la obra de nuestra redención.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 1362) La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo,
la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio, en la
liturgia de la Iglesia que es su Cuerpo. En todas las plegarias eucarísticas
encontramos, tras las palabras de la institución, una oración llamada anámnesis o memorial.
Para meditar
(C.I.C 1366) La Eucaristía es, pues, un sacrificio
porque representa (= hace presente) el sacrificio de la cruz, porque es su
memorial y aplica su fruto: “(Cristo), nuestro Dios y Señor […] se ofreció a
Dios Padre […] una vez por todas, muriendo como intercesor sobre el altar de la
cruz, a fin de realizar para ellos (los hombres) la redención eterna. Sin
embargo, como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio (Hb 7,24.27), en la
última Cena, ‘la noche en que fue entregado’ (1Co 11,23), dejó a la Iglesia, su
esposa amada, un sacrificio visible (como lo reclama la naturaleza humana),
donde se representara el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única
vez en la cruz cuya memoria se perpetuara hasta el fin de los siglos y cuya
virtud saludable se aplicaría a la redención de los pecados que cometemos cada
día” (Concilio de Trento: DS 1740).
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