viernes, 17 de noviembre de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 220
(Respuesta YouCat) Quien quiera recibir la sagrada
Eucaristía, debe ser católico. Si fuera consciente de un pecado grave o mortal,
debe confesarse antes. Antes de ponerse ante el altar hay que reconciliarse con
el prójimo.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario
CIC) (C.I.C 2042) El primer
mandamiento (“oír misa entera los domingos y demás fiestas de precepto y no
realizar trabajos serviles”) exige a los fieles que santifiquen el día en el cual
se conmemora la Resurrección del Señor y las fiestas litúrgicas principales en
honor de los misterios del Señor, de la Santísima Virgen María y de los santos,
en primer lugar participando en la celebración eucarística, en la que se congrega
la comunidad cristiana y descansando de aquellos trabajos y ocupaciones que
puedan impedir esa santificación de esos días (Cf. CIC cánones 1246-1248; CCEO cánones
880, 3. 881, 1. 2. 4). El segundo
mandamiento (confesar los pecados al menos una vez al año) asegura la
preparación a la Eucaristía mediante la recepción del sacramento de la
Reconciliación, que continúa la obra de conversión y de perdón del Bautismo (Cf.
CIC canon 989; CCEO canon 719). El tercer mandamiento (“recibir el sacramento
de la Eucaristía al menos por Pascua”) garantiza un mínimo en la recepción del
Cuerpo y la Sangre del Señor en conexión con el tiempo de Pascua, origen y
centro de la liturgia cristiana (Cf. CIC canon 920; CCEO cánones 708, 881, § 3).
Para meditar
(Comentario
YouCat) Hasta hace pocos años estaba dispuesto no comer nada
como mínimo tres horas antes de una celebración eucarística; de este modo se
quería estar preparado para el encuentro con Cristo en la Comunión. Hoy en día
la Iglesia pide al menos una hora de ayuno. Un signo de respeto es el vestido,
bonito y algo especial, pues al fin y al cabo tenemos una cita con el Señor del
mundo.
(Comentario CIC) (C.I.C 1416)
La Sagrada Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo acrecienta la unión del
comulgante con el Señor, le perdona los pecados veniales y lo preserva de
pecados graves. Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante y Cristo
son reforzados, la recepción de este sacramento fortalece la unidad de la
Iglesia, Cuerpo místico de Cristo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario