sábado, 18 de noviembre de 2017
Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 221
(Respuesta YouCat) Cada sagrada Comunión me une más
íntimamente con Cristo, me convierte en un miembro vivo del cuerpo de Cristo,
renueva las gracias que he recibido en el Bautismo y la Confirmación y me
fortalece en la lucha contra el pecado.
Reflecciones y
puntos a profundizar (Comentario CIC) (C.I.C 1391) La comunión
acrecienta nuestra unión con Cristo. Recibir la Eucaristía en la comunión
da como fruto principal la unión íntima con Cristo Jesús. En efecto, el Señor
dice: "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre habita en mí y yo en él"
(Jn 6,56). La vida en Cristo encuentra su fundamento en el banquete eucarístico:
"Lo mismo que me ha enviado el Padre, que vive, y yo vivo por el Padre,
también el que me coma vivirá por mí" (Jn 6,57): “Cuando en las fiestas
del Señor los fieles reciben el Cuerpo del Hijo, proclaman unos a otros la
Buena Nueva de que se dan las arras de la vida, como cuando el ángel dijo a
María [de Magdala]: "¡Cristo ha resucitado!" He aquí que ahora
también la vida y la resurrección son comunicadas a quien recibe a Cristo” (Fanqîth,
Breviarium iuxta ritum Ecclesiae de
Antiochenae Sirorum, v. 1).
Para meditar
(Comentario CIC) (C.I.C 1416) La Sagrada
Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo acrecienta la unión del comulgante
con el Señor, le perdona los pecados veniales y lo preserva de pecados graves.
Puesto que los lazos de caridad entre el comulgante y Cristo son reforzados, la
recepción de este sacramento fortalece la unidad de la Iglesia, Cuerpo místico
de Cristo.
(Continua la Pregunta: ¿Cómo me transforma la
sagrada Comunión?)
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