jueves, 9 de abril de 2015
417. ¿Son todos capaces de percibir la ley natural?
(Compendio 417) A causa del pecado, no siempre ni todos
son capaces de percibir en modo inmediato y con igual claridad la ley
natural. Por esto, «Dios escribió en las
tablas de la Ley lo que los hombres no alcanzaban a leer en sus corazones» (San
Agustín).
Resumen
(C.I.C 1981) La Ley de Moisés contiene muchas verdades
naturalmente accesibles a la razón. Dios las ha revelado porque los hombres no
las leían en su corazón.
Profundizar y modos de explicaciones
(C.I.C 1960) Los preceptos de la ley natural no son
percibidos por todos de una manera clara e inmediata. En la situación actual,
la gracia y la revelación son necesarias al hombre pecador para que las
verdades religiosas y morales puedan ser conocidas ‘de todos y sin dificultad,
con una firme certeza y sin mezcla de error’ (Concilio Vaticano I: DS 3005; Pío
XII, Humani generis: DS 3876). La ley
natural proporciona a la Ley revelada y a la gracia un cimiento preparado por
Dios y armonizado con la obra del Espíritu.
Para la reflexión
(C.I.C 2071) Aunque accesibles a la sola razón, los
preceptos del Decálogo han sido revelados. Para alcanzar un conocimiento
completo y cierto de las exigencias de la ley natural, la humanidad pecadora
necesitaba esta revelación: “En el estado de pecado, una explicación plena de
los mandamientos del Decálogo resultó necesaria a causa del oscurecimiento de
la luz de la razón y de la desviación de la voluntad” (San San Buenaventura, In quatuor libros Sententiarum, 3, 37,
1, 3). Conocemos los mandamientos de la ley de Dios por la revelación divina
que nos es propuesta en la Iglesia, y por la voz de la conciencia moral.
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